Francisco Albo | Monforte (Lugo) www.lavozdegalicia.es 24/10/2011

Consiste en una larga galería excavada en un monte a orillas del Sil.

El patrimonio arqueológico gallego acaba de verse incrementado con una mina de oro romana de la que nadie sabía prácticamente nada hasta ahora. Consiste en un túnel de en torno a 130 metros de longitud -aunque todavía no fue medido con precisión- que se adentra en un monte de la Serra da Moá, en el municipio lucense de Ribas do Sil. La existencia del túnel solo era conocida por los vecinos de la cercana aldea de Lousadela, quienes en tiempos aprovecharon un pequeño curso de agua que sale de esta cavidad para alimentar la traída del pueblo y, más recientemente, un depósito de regadío. Sin embargo, ignoraban que fuese una explotación aurífera romana.

El sitio fue localizado hace algún tiempo por Carlos Rueda, experto en senderismo y colaborador de La Voz, y por el montañero José Ferreiro, que lo encontraron siguiendo las indicaciones de los vecinos. Ellos avisaron al arqueólogo monfortino Iván Álvarez, quien visitó el túnel días pasados y lo identificó como una galería de explotación construida probablemente entre los siglos I y II.

Según sus primeras estimaciones, el túnel seguramente fue excavado para seguir un filón aurífero y para valorar el potencial minero de este monte que se levanta sobre un meandro del Sil. En las paredes del túnel pueden verse unos pequeños huecos que en su opinión sirvieron para colocar las lucernas o lámparas de aceite con que se alumbraban los mineros. Según escribió Plinio el Viejo en una época cercana a la de la apertura de la mina, los turnos de los trabajadores se medían según la duración del combustible de estas lámparas, hechas habitualmente de terracota.

El tramo más profundo del túnel está cegado por un derrumbe producido en un momento imposible de determinar, por lo que no hay forma de saber si la excavación se adentró todavía más en la montaña.

FUENTE: http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/10/24/0003_201110G24P27995.htm