Juan Soriano | Mérida www.hoy.es 02/05/2008
Abre sus puertas en las inmediaciones de Mérida la Quinta del Triario, una casa rural ambientada en el mundo romano.
En mitad del campo, donde se puede oír hasta el silencio, surge un lugar que traslada al viajero 2.000 años atrás en el tiempo. Un espacio para, después de trabajar como un esclavo, descansar como un emperador romano. Más que como un emperador, como un soldado veterano, un triario, que abandona su puesto en primera línea de batalla para pasar a la reserva.
De ahí toma su nombre la Quinta del Triario, una nueva casa rural que acaba de abrir sus puertas a apenas 15 minutos de Mérida, en la cercana localidad de Don Álvaro.
El establecimiento podría pasar por un alojamiento rural más, pero en este caso todo está pensado para llevar al huésped a la forma de vida de las antiguas quintas, las construcciones campestres de recreo de los romanos.
Un camino marcado por los cipreses recibe al visitante. La fachada de la casa está formada por ocho columnas, un número par, como mandaban los cánones del arquitecto romano Vitrubio. También se ha guardado la proporción entre el tamaño del fuste y el de la base y el capitel, todo a la medida del hombre, como pretendían los artistas del mundo clásico. Desde este pórtico se puede disfrutar de las vistas que ofrece la vega del Guadiana, con las viviendas de La Zarza y Alange y su castillo como trasfondo.
Una vez en el interior, tras atravesar una robusta puerta de madera, se encuentra el atrio. A continuación, el peristilo, un jardín de mayor tamaño. Los dos patios sirven de distribución para el resto de dependencias, como recogía Vitrubio. Están rodeados por soportales que descansan sobre unas columnas, y a su alrededor se encuentran las diez habitaciones de este alojamiento rural.
Cuidadas con esmero, espaciosas y decoradas con motivos romanos, cuentan con todas las comodidades de un hotel moderno, con cuarto de baño, aire acondicionado y calefacción. Cada una de las estancias recibe el nombre de una legión romana.
La casa, de una sola planta de 1.000 metros cuadrados, se completa con una sala donde se ofrecen masajes al más puro estilo romano y un amplio comedor, presidido por una inscripción de la batalla de las Termópilas. En unas semanas también dispondrá de sus propias termas y una piscina en el exterior.
Un proyecto ambicioso
Estas instalaciones, así como otros pequeños detalles, serán los últimos retoques de la Quinta del Triario, que sin apenas publicidad ya ha conseguido su primer lleno en el puente del 1 de mayo.
Este proyecto es obra de Antonio Carranco y Rocío Fernández, una pareja que ha invertido en torno a 600.000 euros en una casa rural en la que no han escatimado esfuerzos. El mobiliario ha viajado desde a Alemania, las baldosas de cerámica son de Castellón y los elementos decorativos proceden de Italia, Granada y Toledo. Y, por supuesto, de Mérida, con la que la casa guarda una especial relación.
Como explica el promotor del proyecto, la idea de trasladarse al campo y montar una casa rural surgió hace tres años. Tras realizar varios cursos de turismo rural buscaron un emplazamiento adecuado. El lugar escogido fue una parcela en Don Álvaro, donde recibieron todo tipo de facilidades. Y decidieron vincular el establecimiento con el paisaje y la historia del entorno. «Pensamos en algo para el turismo que viene a ver las ruinas romanas de Mérida», explica.
Actividades de interés
Pero no todo tiene que ser descanso. Entre las actividades que se ofrecen a los visitantes se encuentran las visitas al yacimiento emeritense, que serán guiadas por el propio Antonio Carranco, licenciado en Historia Antigua. También proponen a sus huéspedes el recorrido por Cornalvo y el turismo ornitológico, así como actividades de multiaventura en colaboración con la empresa emeritense Naturacción. Para las noches de verano, nada mejor que acudir a una representación del Festival de Teatro y pasar la noche en una casa romana.
Además, la Quinta del Triario ofrece otras muchas posibilidades dentro del sector de la hostelería y restauración. Varias empresas de catering ya se han interesado por la casa para que sirva de marco a bodas y celebraciones, y sus instalaciones también están preparadas para reuniones empresariales y presentaciones de productos.
Todo está listo en un lugar creado para olvidarse de las dificultades de la vida en el siglo XXI y evocar por un tiempo las sensaciones que vivía un romano del siglo I.
MÁS INFO: http://quintaromana.com/