J. M. G. | Ourense www.lavozdegalicia.es 21/9/2011

Que el latín está vivo en la justicia es algo que no tiene duda. Así lo demuestran la catedrática de Lengua Española de la Universidad de Vigo, María do Carmo Henríquez y los magistrados de la Audiencia Provincial de Ourense, Fernando Alañón, presidente, y Josefina Otero, en su libro «El latín en la jurisprudencia actual», editado por Thomson Reuters y prologado por Juan Antonio Xiol Ríos, presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo. El libro fue presentado ayer en Ourense con la presencia de Miguel Ángel Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Entre el público había una nutrida representación de profesionales de la justicia ourensana.

En esta obra se muestran alrededor de 350 sentencias breves que fueron tomadas del título XVII del libro L del Digesto o de los libros de Brocarda, Brocardica o Generalia medievales. Son sentencias, dice Henríquez, que desde Sebastián de Covarrubias en el siglo XVII hasta el Diccionario de la Real Academia Española del año 2001 fueron designadas de varias maneras: adagios, apotegmas, aforismos, axiomas, brocardos, reglas, máximas, principios y un largo etcétera de nombres. Se trata de denominaciones frecuentes en resoluciones del Tribunal Supremo, del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Valor propio
«En la Europa del siglo XXI estas sentencias, que pueden servir de guía al pensamiento y al ordenamiento jurídico, siguen teniendo per se un valor propio porque algunas reproducen prácticas interpretativas que indican cómo debe interpretarse la norma y otras incorporan principios generales del Derecho, que inspiran y conforman la razón de ser de la norma», dice Henríquez.

Pero en este libro también se realiza un análisis de las normas jurídicas, de viejos adagios, aforismos o brocardos cuyo uso se documenta en las resoluciones del Supremo pertenecientes a las tres últimas décadas del siglo XX y a la primera década del presente. Al tiempo que se estudia su frecuencia, todas van acompañadas de una traducción literal con apoyo de la sentencia en la que aparecen citadas. Aquellas unidades relacionadas por compartir algunas características jurídicas comunes, aparecen presentadas de forma sistematizada por campos conceptuales en seis capítulos. Va dirigido este libro a todo interesado en ahondar en el conocimiento del significado jurídico de esas sentencias latinas, que ayudan a fundamentar el fallo.

«El latín no es un adorno, es una clave de entendimiento, un instrumento intrajurídico»
Miguel Ángel Cadenas

FUENTE: http://www.lavozdegalicia.es/ourense/2011/09/21/0003_201109O21C2992.htm