Juan Jesús Aznarez Madrid 

Amantes del latín de una decena de países se reúnen en Madrid para hablarlo y reivindicarlo.

El verano de sol y playa en el Mediterráneo y el Atlántico puede resultar incordiante entre quienes aprovecharon las calenturas de agosto para sumergirse en la poesía de Catulo, las cartas de Cicerón o la oratoria de Tito Livio. La mayoría de las personas que acudieron al madrileño Colegio Mayor Marqués de la Ensenada para bucear en la lengua del imperio romano son españoles pero también estudiosos de Suiza, Alemania, Holanda, Francia, Chequia, Portugal, Italia, México y Brasil. Todos participaron de la sexta edición de Caelum, un foro que reúne anualmente a los amantes del Latín y de su resurrección. Se clausura hoy.

La lista alcanzó este año los 169 inscritos. Durante siete días convivieron utilizándolo para comunicarse. El éxito de la convocatoria desbordó las previsiones, y sitúa la experiencia como puntera entre otras similares de Alemania, Francia e Italia. Durante varias generaciones, España trató la lengua madre de la cultura europea como si de un espécimen singular se tratara, al que se escudriña con microscopio de laboratorio para guardar después en un frasco. La diletante aproximación cambió con la irrupción del denominado Método orbeguiano, que toma el nombre de Hans Henning Ørberg (1920-2010), lingüista danés, enamorado de las lenguas clásicas que en 1990 publicó Lingua Latina per se Illustrata, una adaptación renovada y ampliada de otra obra suya editada en 1955.

Inesperadamente, el éxito del libro fue inmediato. Acogido entusiastamente por las nuevas generaciones europeas y, más intensamente, en Estados Unidos, sus más de 300 páginas, ilustraciones, mapas y esquemas, describen con amenidad, las peripecias de una familia romana en los albores del cristianismo. Introducen conceptos históricos, económicos, religiosos sin recurrir al auxilio de la traducción vernácula. No existen el apoyo de otras lenguas: sólo Latín. Cada palabra tiene sentido en su contexto, sin interferencias, para evitar la memorización masiva de significados que descontextualizados, en lugar de ayudar pueden confundir.

De forma sencilla, sin el menor conocimiento previo de la lengua, el aprendiz es capaz de comprender un texto y asimilar su estructura gramatical intuitivamente. Decenas de miles lo estudian.

Seguidores del método

España cuenta con numerosos seguidores del método; no sin dificultades y cierta incomprensión, se generaliza en España, con especial intensidad en Andalucía y la comunidad valenciana. Animado por la pujanza, el Museo del Prado repitió este año la visita guiada en latín. Las jornadas de Caelum se han desarrollado en las instalaciones del instituto Ortega y Gasset. Profesores, universitarios y escolares de 13 años convivieron con Ovidio, el latín clásico y émulos de disciplinas diversas, entre ellos informáticos, lingüistas, religiosos, académicos, filósofos y matemáticos. Participaron conscientes de su protagonismo en un cambio humanista que deberá ser refrendado por las instancias correspondientes.

Manos a la obra, la SEEC (Sociedad Española de Estudios Clásicos), Cultura Clásica y la SELAT (Sociedad de Estudios Latinos) han respaldado a los promotores del acercamiento del Latín a las nuevas generaciones, demostrando que lejos de ser una materia indigesta e incomprensible, puede resultar interesante y divertida, como se ha comprobado esta semana en Madrid, con 30 grados a la sombra.

FUENTE: https://elpais.com/cultura/2018/08/24/actualidad/1535123917_786119.html?id_externo_rsoc=TW_CC