Suso Varela / Lugo www.lavozdegalicia.es 20/10/2005
El arqueólogo afirma que los últimos hallazgos señalan que hubo un templo de culto imperial. Lucus Augusti fue durante 20 años el centro político de la provincia Hispania Superior.
Cada nuevo hallazgo que se encuentra en la epidermis de Lucus Augusti se confirman y se amplían algunas de las teorías que los arqueólogos defienden sobre la fundación y posterior desarrollo de la ciudad romana.
El profesor de Humanidades Antonio Rodríguez Colmenero expuso ayer los datos que se conocen desde 1986 (inicio de las excavaciones modernas) sobre el legado romano de la ciudad, en el trascurso de las jornadas que organiza la Diputación sobre Restauración do Patrimonio Histórico da Provincia de Lugo.
Colmenero destacó la importancia política, jurídica, económica y social que tuvo Lucus Augusti, demostrándolo con los hallazgos de los últimos 20 años: «Cando se recapitulan todos os datos dámonos conta de que era unha cidade como a copa dun pino», señaló.
Buena parte de su argumentación se basó en la magnífica estructura urbana que tuvo el interior de la ciudad amurallada y en las casas nobles que se encontraron, sobre todo en el entorno de Doutor Castro y Armañá. El arqueólogo apuntó que el nacimiento de la urbe fue el de un campamento militar, lugar privilegiado por su situación, siendo sus límites mayores a los que posteriormente se definieron con la construcción de la Muralla.
La ciudad comenzó a vivir su esplendor en el siglo III, cuando se inició la construcción del muro romano y llega a ser, por unos veinte años, capital de la provincia Hispania Superior. Colmenero recordó que recientemente el profesor Heidelberg demostró este hecho al encontrar en Roma una inscripción «dun señor que estivo de pretor na Hispania Superior».
Para Colmenero se demuestra la importancia de la ciudad con los datos cada vez más concluyentes de que hubo un gran templo dedicado al culto imperial. Citó una epigrafía encontrada en la Muralla donde se recogen las imágenes de Rómulo y Remo, así como el hallazgo de la mitra en el solar del Vicerreitorado.
En el Bajo Imperio, según Colmenero, la ciudad siguió siendo «un gran bastión occidental», con los Suevos llegó a ser capital «nalgunha ocasión» y ya en la época de los Visigodos Lugo fue «un gran ducado do noroeste». Con la llegada de Xelmírez y el culto xacobeo la capital lucense perdió el poder en favor de Compostela, manifestó el profesor de Humanidades.