M. J. ALBERT – Córdoba www.elpais.es 07/01/2009

El ayuntamiento de Cabra (Córdoba) reclama a la familia del ministro franquista José Solís la devolución al municipio de una escultura romana del siglo II hallada en los años 50 en la Villa de Mithra, en la que se representa a un niño con una liebre. En ese mismo yacimiento también se encontraron otras tres esculturas (del dios Mithra Tauroktonos, la de Dionysos y la del Eros dormido). La persona que dio con aquellas figuras se la regaló al falangista a cambio de que éste colocase a su sobrino. El político nunca cumplió su palabra, pero sí se quedó con el valioso presente, que a su muerte, pasó a manos de su hija, Sierra Solís.

La pista de la escultura se perdió cuando cayó en manos del ministro. Pero su existencia era conocida por todos en el pueblo, así como quién la poseía. La pieza de bulto redondo reaparece, de pronto, en septiembre, cuando una empresa de tasaciones, Tasart. Arte y Antigüedades, S. L., se pone en contacto con el Museo Arqueológico Municipal, preguntando acerca de la existencia de un yacimiento de época romana en Cabra, con la suficiente entidad y en la que hubiese esculturas. Al parecer, una persona se había dirigido a su empresa para tasar una escultura que procedía de Cabra y ellos querían averiguar la cronología de la misma.

Sin respuesta
«A esta casa le pedimos una serie de fotos, y nos las enviaron. Con esos antecedentes, le preguntamos al dueño de la finca y autor de este hallazgo, Miguel Castro», explica la alcaldesa de Cabra, María Dolores Villatoro. «Nos confirmó que en el yacimiento que él había encontrado, existía una cuarta estatua y que se la había entregado a Solís Ruiz. Y que podría ser la que aparecía en esa foto», confirma la alcaldesa. Los técnicos del Ayuntamiento se pusieron en contacto con el profesor Antonio Garrigues, del área de arqueología de la Universidad de Córdoba, les confirmó la cronología de la escultura, en torno al siglo II.

El 18 de noviembre, Tasart Arte comunicó al ayuntamiento la intención de su clienta de subastar la pieza. El consistorio ha intentado que Solís retirase la subasta. «El 28 de noviembre le escribimos una carta, insistiendo en que la pieza romana debía poder ser disfrutada por todos. Le solicitamos un diálogo, pero no hemos tenido respuesta», dice la alcaldesa. La subasta se celebró el 15 de diciembre, pero quedó desierta. El precio de salida era de 40.000 euros.