David Placer | Badalona www.elperiodico.com 30/03/2007
La pileta, del siglo I e inusual en Catalunya, perteneció al más poderoso de la ciudad.
Badalona suma a su patrimonio arqueológico una piscina romana de finales del siglo I, un tipo de obra que difícilmente se halla en Catalunya fuera de las ruinas termales.
La piscina pertenecía a un poderoso y reconocido hombre de la época, Quinto Licinio, y fue descubierta en 1957 y conservada en los sótanos de un edificio residencial en la plaza de la Assemblea de Catalunya, al lado del museo de la ciudad. El espacio fue expropiado a una finca residencial hace un año y se ha restaurado para incorporarle una llamativa producción multimedia que recrea –en latín– el estilo de vida de la familia Licinio en el lujoso jardín.
El espacio de 13,3 por 6,3 metros servía como elemento de distracción y disfrute del que posiblemente fue el hombre más poderoso de Baetulo, la Badalona romana.
Las piscinas en termas eran comunes en la época, y a ellas se acudía a zambullirse. Pero en las casas su función era más decorativa y ornamental. «Quizás también nadaban en ella, pero era un elemento de distracción, un lujo para la época, donde el dueño leía, invitaba a los amigos y, seguramente, conspiraba», cuenta Montserrat Comas, arqueóloga del Museu de Badalona.
Unos análisis de restos de polen han permitido determinar las flores que adornaron el jardín y que son expuestas por el museo de la ciudad, junto con objetos de la época.
La obra no se puede ver completa, porque el párking de la propiedad contigua esconde una de sus esquinas. El museo no descarta, en un futuro, recuperar el otro extremo y mostrarla como en su época de esplendor: rodeada de hermosos jardines, pero donde nadie solía nadar.