Carla Mascia/ Agencias, Madrid / Atenas 

Las estimaciones preliminares fecharon la placa de arcilla, que encontraron arqueólogos griegos y alemanes en la antigua Olimpia, antes del siglo III a.C.

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Grecia lo que podría ser el extracto más antiguo de uno de los primeros poemas de la historia de Occidente: La Odisea de Homero. La placa de arcilla en la que fueron grabados 13 versos de una de las rapsodias del poema épico fue hallada en los alrededores del santuario de Olimpia, en la península del Peloponeso, donde se encuentran restos de la época romana. Los especialistas creen que fue precisamente en ese cuando fue grabada la tableta, ya que sus estimaciones preliminares fecharon el hallazgo antes del siglo III d.C.

“Si se confirma la datación, la placa podría ser el hallazgo escrito más antiguo de la obra de Homero jamás descubierto” en Grecia, aseguró ayer el Ministerio de Cultura del país helénico. El descubrimiento se realizó en el marco de la investigación geoarqueológica El sitio multidimensional de Olimpia, que durante tres años ha estudiado los alrededores del santuario con la participación de arqueólogos griegos y alemanes. El extracto proviene del canto 14 de la obra –de los 24 que componen el poema— en el que Homero narra el retorno de Ulises a su isla, Ítaca,  el reencuentro con Eumea, su porquero que lo cree muerto. Pese a no reconocer a su amo, que se presenta ante él bajo el aspecto de un mendigo, Eumea lo cuida y le da cobijo.

La Odisea cuenta la historia de Ulises, rey de Ítaca, que viaja durante diez años tratando de llegar a casa después de la caída de Troya. La obra atribuida a Homero, —se supone que el autor la compuso a finales del siglo VII a.C—, fue en un primer tiempo trasmitida de forma oral durante los banquetes o en algunas cortes, “hasta que en Atenas, en el siglo VI a.C, se decidió fijar el poema por escrito”, cuenta por teléfono Óscar Martínez, traductor de Homero (La Ilíada, en Alianza Editorial) y presidente de la delegación de Madrid de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Asegura que no quedó nada de aquella primera edición.

La obra fue luego transcrita antes de la época cristiana sobre papiros de los que apenas algunos fragmentos fueron hallados en Egipto. “Podemos suponer que no se encontrará toda la Odisea copiada pero ese trozo es muy valioso en términos epigráficos”, ahonda Martínez, al que llamó mucho la atención que se tratara del canto XIV de la epopeya y que se encontrara la placa de arcilla en Olimpia. “Era un sitio muy dado a recibir peregrinos, un centro panhelénico, donde acudían muchos visitantes. Tratar bien al que venía era una prioridad”, explica. 

El entusiasmo provocado por el descubrimiento no sorprende Martínez que destaca el carácter fundamental de la aportación de Homero a la literatura universal. "Tanto La Ilíada como La Odisea, que surgen aisladas en el tiempo con una belleza inigualable, han sido un referente para la literatura posterior”. Todos los elementos que aparecen en la obra como las sirenas, el cíclope, la maga Circe —e incluso los que no figuran en ella y que se asocian al mito creado en torno a Homero, como el caballo de Troya o el talón de Aquiles— llevan siglos “llenando toda la imaginación occidental. Es probablemente una de las obras más influyentes de toda la literatura occidental”.