EFE | Málaga 01/02/2011
Un hombre y su hijo, aficionados a la historia, han descubierto en el término municipal de Campillos (Málaga) restos de una villa romana que podría estar datada en el siglo III y que en la actualidad está atravesada por un pequeño arroyo.
Según ha informado a Efe uno de los descubridores, Ildefonso Felguera, los actuales restos visibles están formados por una serie de gruesos muros de piedras y lascas. «Miden de media sesenta centímetros de ancho, entre 1,50 y 3,50 metros de largo y del orden de un metro de alto, según el lugar donde se tomen los datos», ha explicado Felguera.
El vecino de Campillos atribuye que el yacimiento no haya podido ser descubierto hasta ahora a que podía estar soterrado hasta que las últimas y abundantes lluvias lo han puesto al descubierto. «Tuvimos noticia de que había algo a través de un cazador vecino y mi hijo y yo, como aficionados a la historia, nos desplazamos a analizarlo y fotografiarlo», ha indicado.
«Es muy significativo que todo el conjunto de lienzos que hoy podemos contemplar son los restos de las paredes emergentes que unidos formarían una línea quebrada de siete ángulos rectos en varias direcciones durante un trayecto aproximado de veinte metros lineales», ha explicado.
«Los taludes se pierden en sendas márgenes del riachuelo bajo la tierra de labor y quedan a una altura media de cincuenta centímetros de la superficie exterior», ha añadido Felguera, en relación a que debajo del terreno puede haber muchos más restos ocultos. «Todo ello podría corresponder a la cimentación de cuatro pequeñas habitaciones que se prolongan en cadena descendente», ha apuntado.
El descubridor ve «muy raro» que esta mampostería descanse sobre el lecho de un pequeño y profundo arroyuelo y que éste atraviese cuatro de sus paredes, aunque ha señalado que en la época de su construcción el arroyo podría haber tenido otro cauce. Respecto a la datación del asentamiento, Felguera lo sitúa en la segunda mitad del siglo III, tras el examen de una pequeña moneda de bronce desgastada y corroída hallada en la orilla del riachuelo.
Felguera no quiere dar detalles de la localización exacta del yacimiento para evitar expolios, aunque ha comunicado su descubrimiento a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga.