Londres | REUTERS 27/02/2010
Los análisis efectuados al esqueleto de una mujer romana del siglo IV hallado en Gran Bretaña revelaron que tenía ancestros africanos, un descubrimiento que los expertos dicen es una prueba de que los orígenes multiculturales de la isla son más antiguos de lo que se pensaba.
Los arqueólogos de la Universidad de Reading volvieron a examinar los restos de la «Dama del brazalete de marfil», descubiertos en un ataúd de piedra en York en 1901.
La localidad de York en la época romana, llamada Eboracum, era una fortaleza legionaria y un asentamiento civil que luego se convirtió en la capital de la Gran Bretaña inferior, una de las dos islas y provincias romanas.
Utilizando nuevas técnicas forenses que incluyen análisis de sus rasgos faciales, medición del cráneo y evaluación de su alimentación, los científicos pudieron descubrir que la mujer tenía ancestros «negros» y «blancos» y era de una clase social alta.
El equipo concluyó que la mujer posiblemente era de ascendencia norteafricana y habría emigrado a York de algún lugar más cálido, posiblemente el Mediterráneo.
Los inusuales ritos funerarios que se le concedieron, y los artículos hallados a su lado en la tumba, que incluían brazaletes de azabache y marfil, pendientes y colgantes, respaldan la evidencia.
«Una Gran Bretaña multicultural no es sólo un fenómeno de tiempos más modernos», dijo la doctora Hella Eckard, profesora adjunta de la universidad y directora de la investigación.
Eckard dijo que los análisis de los huesos «contradicen las creencias populares sobre cómo eran las poblaciones romano británicas, así como la idea de que los inmigrantes africanos en la Gran Bretaña romana eran de clase baja, hombres y posiblemente esclavos».
Dos emperadores romanos visitaron York, Septimio Severo, nacido en el norte de África, y luego Constancio I, padre de Constantino el Grande que se convirtió al cristianismo y fue coronado en la ciudad por el Ejército tras la muerte de su progenitor.