Luis Miranda | Córdoba www.abc.es 10/05/2009

El Ayuntamiento de Córdoba emprenderá en breve un proyecto para la limpieza y restauración de los restos del antiguo Templo Romano con vistas primero a mejorarlo y después a integrarlo en un parque arqueológico que permita visitarlo y conocer su pasado y su significación.

Las obras, que comenzarán en breve, deberán estar terminadas a mediados del año 2010. Tienen un presupuesto de casi 292.500 euros, que irán a cargo del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía, conocido como Plan Proteja, aunque sólo supondrán una parte de las actuaciones previstas para que se pueda visitar y conocer.

El Consistorio tiene el proyecto desde hace unos ocho años y ya realizó entonces una serie de acciones, aunque sólo ahora, con la inyección de fondos de otras Administraciones, es capaz de llevar a cabo la idea de abrirlo definitivamente.

Las obras que comenzarán dentro de pocas semanas supondrán la primera fase completa y parte de la segunda de un proyecto que servirá tanto para la restauración como la integración del Templo Romano en la ruta de los elementos patrimoniales de Córdoba que se pueden visitar y conocer.

Por esta razón se quiere musealizar y explicar el sentido de este espacio de culto en la Córdoba que va desde mediados del siglo I hasta el siglo III después de Cristo, que fue la época en la que permaneció en pie y con el uso para el que se construyó en época del emperador Claudio, hacia la mitad del primer siglo de nuestra era.

No en vano, la memoria del proyecto que ha realizado la Gerencia Municipal de Urbanismo insiste en no ofrecer «una imagen congelada» del Templo Romano, sino que quiere explicar cómo este edificio influyó en la construcción de la ciudad en su época, ya que frente a él se situaba el circo que ocuparía lo que hoy es la zona de la iglesia de San Pablo y de los Jardines de Orive, y su presencia ha condicionado el urbanismo posterior.

Un amplio perímetro
El recinto arqueológico se ha dividido en doce sectores, de los que se restaurarán prácticamente todos. No sólo son los que están a la vista desde las calles Claudio Marcelo y Capitulares, sino también un pequeño espacio situado a espaldas del Ayuntamiento de Córdoba y otro ubicado en un solar que da a la calle María Cristina, todos ellos relacionados con la etapa romana de la ciudad y con el propio templo.

Todos los restos que están ahora mismo desenterrados se limpiarán y repararán cuando sea necesario, pero también se colocarán elementos de contención, consolidación y drenaje de todo lo que el proyecto llama parque arqueológico. Se conseguirá así delimitarlo completamente y conseguir que todos los capiteles, restos de columnas y muestras de construcción se puedan ver casi tal y como se concibieron.

Se eliminarán algunas de las estructuras que se han construido en intervenciones anteriores y se procederá a retirar la suciedad y la vegetación que se ha acumulado en algunos puntos.

La idea del Ayuntamiento es que junto al Templo Romano haya un centro de interpretación, que «potencie su valor cultural y educativo». De esta forma, quienes visiten las ruinas del monumento podrán conocer cómo el templo servía para el culto imperial en Corduba, la capital de la provincia llamada Hispania Ulterior Baetica, lo que contribuía a la difusión de las ideas políticas y religiosas del sistema de gobierno imperante. Incluirá paneles informativos, un audiovisual y la exposición de una selección de los objetos encontrados en la zona.

Como han aclarado los investigadores, el Templo Romano estaba situado junto a la Via Augusta y era lo primero que veían quienes llegaban por ella a la ciudad desde la zona oriental, cuando no existía lo que luego se llamó la Axerquía. En la misma zona arqueológica quedan restos de la antigua muralla romana de Córdoba, límite de la ciudad por el este en la época de la dominación romana.

Estos serán los trabajos que se realicen antes de que acabe el año. Para el futuro quedarán las tres fases siguientes: adaptación de los restos del Templo Romano para la visita pública, adecuar la zona perimetral del parque y poner en marcha el centro de interpretación.

Una vez que este proyecto sea realidad, los ciudadanos podrán conocer de cerca un monumento emblemático que sin embargo rara vez se ha podido visitar. Está comprobado que el templo estuvo en uso hasta mediados del siglo IV, cuando se nota que el material con que estaba hecho se empezó a utilizar para finalidades distintas. Volvió a salir a la luz en la década de 1950, gracias a una excavación liderada por Samuel de los Santos. Poco después, y una vez que se interpretaron los hallazgos, se procedió a reconstruirlo y el Templo Romano adquirió el aspecto que sigue teniendo hoy.