Arcadio Silvosa | Lugo www.elpais.com 04/03/2011
El hallazgo permite a los arqueólogos reconstruir el trazado de la infraestructura.
La riqueza arqueológica del subsuelo de Lugo, una vez más, ha dejado al descubierto importantes hallazgos que permitirán determinar aspectos muy concretos de lo que fue el acueducto romano y su posterior reutilización, a mediados del siglo XVIII, por el obispo Izquierdo para traer agua a la ciudad.
El hallazgo se ha localizado frente a la Diputación de Lugo donde estos días se trabaja para crear una gran plaza que convertirá en peatonal la calle San Marcos. Además, también ha quedado al descubierto parte de la cimentación de lo que en su día fue el hospital de Isabel II, hoy sede de la institución provincial. La construcción de este hospital destrozó tramos del acueducto, aunque se han recuperado trozos suficientes como para determinar si era utilizado en el siglo XVIII para suministrar agua a la ciudad.
El director de la excavación, Celso Rodríguez, ha precisado que la cimentación del hospital ha permitido concluir que lo que fue el proyecto arquitectónico «era bastante más amplio» que el edificio que ahora alberga la Diputación. «En este tramo que quedó al descubierto se podrán concretar numerosos momentos cronológicos exactos y saber si era muro corrido o pilastras y la relación con la pizarra», razonó el arqueólogo acerca de los hallazgos, quien también ha explicado que como consecuencia de estas obras se encontraron restos de cerámica romana (sigillata y cerámica común). Rodríguez explica que los restos permitirán registrar la planimetría de la ciudad, tanto Alto Imperial como Bajo Imperial.
Los servicios arqueológicos tienen definido el trazado del acueducto, aunque dentro de la ciudad la infraestructura fue arrasada y no se comenzaron a conocer detalles de tramos hasta la década de los ochenta. En la superficie interior de murallas está documentado un tramo en la plaza de Ferrol, contigua al lugar de las obras; en la misma plaza en la que se trabaja ahora se encontraron otros restos del basamento romano del acueducto; y, en un lugar más alejado, en la plaza de Santo Domingo, se han localizado recientemente arcas de control.
Ahora, con este nuevo hallazgo, la arqueóloga jefe del Ayuntamiento de Lugo, Covadonga Carreño, ha determinado que ya disponen de documentación del «trazado perfecto». «Solamente nos falta saber por dónde entró en la muralla y cuál fue el sistema», subrayó la técnica.
Por su parte, el arqueólogo que supervisa las obras ha incidido en que el acueducto «es romano» y solo falta por determinar si realmente fue «reaprovechado» por el obispo Izquierdo para trasladar agua a Lugo. Izquierdo está considerado como uno de los grandes benefactores de la ciudad y a él se le atribuye que hubiera reconstruido en 1754 el acueducto romano que traía agua a la urbe.
La arqueóloga municipal afirma que la importancia del hallazgo «es grande» y apunta a que quizás se pueda integrar «dentro del espacio que se está acondicionando ahora». El reto de la conservación y exposición de los restos que se acaban de hallar lo recogió en el mismo lugar el alcalde, José López Orozco, quien tachó la jornada de ayer como «un día de alegría para los lucenses». «Ahora conocemos más aspectos de la historia de nuestra ciudad», afirmó el regidor.
El alcalde de Lugo explicó que se está a la espera de que se realicen los informes técnicos pertinentes, aunque en un principio la idea es que en lo que será la nueva plaza de San Marcos «puedan quedar los restos visibles a través de una ventana arqueológica, con las debidas condiciones, para tener la oportunidad de ver la historia del acueducto de los romanos y, posiblemente, la historia del acueducto del obispo Izquierdo», concluyó.