M. Arribas | Sagunt www.levante-emv.com 21/11/2008
Los restos del foro romano siguen a la espera de una actuación que permita hacerlos visitables.
El foro romano de Sagunt fue uno de los referentes de la ciudad en el siglo I y aunque muchos de sus restos han desaparecido, casi 2.000 años después, aún se conserva completa la enorme cisterna que le abastecía de agua y que es una de las más significativas de la Comunitat. Sin embargo, este legado pasa totalmente desapercibido para los muchos visitantes que se acercan desde hace años al castillo pues el depósito permanece oculto, bajo tierra, y tampoco ningún panel hace legibles las ruinas que quedan a la vista.
Sólo los turistas que hayan ido antes al museo arqueológico, inaugurado hace apenas dos años, podrán hacerse idea de la magnitud que tuvo el foro si observan con atención la maqueta de madera que encargó entonces la Conselleria de Cultura. Aún así, la bella cisterna que se esconde en el subsuelo es uno de los tesoros arqueológicos de Sagunt más impresionantes y desconocidos, dada la falta de un acceso para visitarla. Al igual que ocurre con otros monumentos de Sagunt, el foro sigue a la espera de una actuación para ponerlo en valor.
En los años 80, la administración autonómica de Joan Lerma llegó a encargar a Giorgio Grassi y Manuel Portaceli una intervención en este espacio, además de la construcción de un museo en el castillo. No obstante, la polémica suscitada por la rehabilitación del teatro romano paralizó por completo estas actuaciones.
El Plan Director del Castillo, redactado en 2001, incluyó entre las obras a realizar la adecuación del foro «con la posibilidad de reconstruir alguna zona, así como la señalización para su puesta en valor». También abogó por demoler los elementos contemporáneos y excavar la zona de la basílica. No obstante para estas obras no hay ninguna fecha, pues los esfuerzos del ministerio, la conselleria y el ayuntamiento se están volcando en una obra que Sagunt reclamaba desde hace años y consideraba fundamental: La adecuación de un edificio de recepción de visitantes que permita evitar la ausencia de un lugar donde informar a los turistas y servicios tan básicos como lavabos, fuentes o cafetería.