Daniel Pérez | Cádiz www.lavozdigital.es 22/02/10
El nuevo centro de interpretación, pendiente de la segunda fase, pretende corregir las deficiencias divulgativas del coso. La visita al monumento hoy por hoy, sin guías ni folletos, supone un árido paseo para los turistas.
«Cádiz, Tacita de Plata, cuna de la libertad. Tres mil años de historia te contemplan». Con esa carta de presentación (tan familiar y tan chirigotera) repiqueteándole en la memoria, el visitante baja por el Campo del Sur. «Muy fino y muy discreto, el armatoste que han levantado frente a la Casa del Obispo. Un prodigio de integración arquitectónica, un ejemplo a seguir por todos aquellos yacimientos que quieran acabar sepultados por una cristalera. Se nota el uso de los famosos y ligeros micropilotes, que anunciaron a bombo y platillo. Pura vanguardia. La pena es que encima de los micropilotes hayan levantado un edificio entero. El fenicio de la tumba debe de estar contento, con su flamante sepulcro de diseño».
Teatro Romano de Cádiz. Exterior. Día. El visitante se acerca al pequeño kiosko que hace las funciones de recepción. Noelia, la chica que orienta a los despistados en la puerta, lee una novela de vampiros. Amable y solícita, responde a las preguntas de los curiosos. Ojos claros. Sonrisa enorme. «No, folletos del Teatro no tenemos. Hay uno de todo el conjunto monumental de la zona y….» «No, guía no hay. Los fines de semana sí, pero éste no porque tenemos horario de Carnaval». Aunque precisamente por eso, haya miles de visitantes en la capital. Ella misma se ofrece a aclarar algunas dudas. «Están los paneles explicativos…».
Tira de la Wiki
Como ha diluviado toda la semana, para entender la información wikipédica de los paneles hace falta ser un hacha descifrando mensajes encriptados. Ánimo y paciencia. Es de suponer que, debajo del manchurrón de barro, justo a la derecha de la parte comida por la humedad, entre churrete y churrete, pone que el de Cádiz es el Teatro Romano más antiguo conocido, hasta hoy, en la Península. Y de los más grandes. 20.000 personas, dicen, cabían en el graderío. En una población de 50.000. Y se llenaba toda la temporada, incluso cuando no había Carnaval. Tacita de Plata, cuna de la libertad. Tres mil años… Etcétera.
El visitante intuye, también, que en alguna parte explica que el diámetro de la cavea es de 120 metros. Impresionante. Si alguien te lo cuenta, claro. Y tú lo entiendes.
Orgulloso de su patrimonio, un abuelete informa a dos guiris de que el monumento está en obras. «Como casi todo. Vuelvan para 2012». Sí, vayan cogiendo cita. Los turistas se asoman a la grada, tiran un par de fotos y se marchan con cara de haber cumplido.
El paseo, con la galería incluida, puede llegar a superar los cinco minutos de duración, siempre y cuando uno ande despacito. Intensos, emocionantes. Hay una pasarela de madera que acaba, abruptamente, en un fangal. Miguel Ángel Montoro, hostelero de Alicante, pregunta por dónde queda la Torre Tavira. «Aquí no hay mucho que ver». Quizá su falta de conocimientos históricos le impiden apreciar la riqueza del monumento. Su mujer le mete prisa y él la retrata, con la Posada del Mesón al fondo. Listos.
Queda la opción de entrar en las galerías, cerradas hasta hace no mucho, porque en ellas desembocaba una cloaca. Parte del techo está sujeto por un andamio parecido al del túnel que cavó Steve McQueen en ‘La gran evasión’. Travesaños cruzados, a modo de mina vieja. El agua gotea. Gotea. Gotea. En el suelo, una bolsa de Grefusitos. A simple vista, no parece una bolsa de Grefusitos romana. Pero quién sabe.
De vuelta a la luz, el visitante sondea a los cuatro turistas que curiosean, pasarela arriba, pasarela abajo, por el Teatro. «Das una vueltecita y….» «Bueno, es que están construyendo un centro de interpretación ahí enfrente», les explican. «Acaban de terminar la primera fase. Tendrá audiovisuales, juegos interactivos, e incluso una tienda. Todavía queda el mobiliario. Y la dotación museográfica. Pero estará prontito, ya verán. No lo duden. Otra cosa no, pero aquí, en Cádiz, el tema del patrimonio es prioridad absoluta. Ya saben: Tres mil años de historia… ¿Tienen planes para el 2012?».
Reacciones:
«No entiendo que no haya un guía. Los que no sabemos nada de Historia lo único que vemos son un montón de piedras antiguas»
«Nosotros venimos de Verona, así que imagínate. Claro, no es comparable, pero visto así, de un tirón… Está un poco descuidado, ¿no?»
«Para que decidas quedarte un rato en un monumento de estos, o te interesa mucho la historia o necesitas que te lo hagan entretenido»