Félix Gay www.rondasomontano.com 21/01/2023
La nueva implantación de la LOMLOE, una nueva ley de educación arbitraria, una más, hecha y aprobada de prisa y sin consenso ni contar con la opinión y el parecer de quienes se dedican (nos dedicamos) a impartir clases, va a suponer el remache final del ataúd que desde hace años se le hizo a la asignatura de Griego en nuestro (mal llamado) Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales.
Hace tiempo que escribí sobre este punto, y hace años que la apasionante y preciosa asignatura de Griego no se imparte en muchos centros de Secundaria, pues se perfila al alumnado hacia una salida útil, “empresarial”, más que a una de letras, “inútil” y sin futuro (baste recordar las críticas que recibía el joven Gabriel Plaza, estudiante del Instituto San Juan Bautista, el mejor alumno de EvAU de Madrid, por querer cursar Estudios Clásicos: No obstante, lo tenía claro, y así en una entrevista aseguraba que su carrera “tiene un abanico enorme de trabajos en los que puedes acabar”). Pero al parecer, no lo han oído (ni leído) en el Ministerio de Alegría.
Por si acaso le daba por revivir, algo ya difícil, la Ley le ha puesto de añadido varias novias (optativas) que nuestro alumnado puede elegir, pero además, si la elige, pero no hay un número determinado, tampoco se impartirá. Y por supuesto, muchos equipos directivos operan según la Ley, pero sin beneficiar las Humanidades, ni menos la lengua griega. Y ya sabemos que la optatividad es igual a la desaparición.
Respecto a otra preciosa asignatura como la Cultura Clásica, pues en 3º también le han salido más novias, con el mismo perfil “útil”, y en 4º queda diluida como un azucarillo en un maremágnum de optativas (en las juntas de evaluación de ciertos grupos hay más profesorado que alumnado). Y además, se sigue aplicando lo dicho antes: Si no hay un número determinado, no se imparte. Claro, sumar las palabras cultura (con la incultura que arrastra este país) y clásica (no sea que nuestro alumnado conozca la grecolatina y le dé por hacer Latín y Griego) no mola tampoco. El Departamento de Lenguas Clásicas es el único, junto con el de Economía, que no tiene ninguna asignatura obligatoria en toda la etapa de Secundaria, aunque a la segunda le han puesto varias para elegir, y otras cuantas más también en Bachillerato.
La explicación es bien sencilla: El Latín y el Griego son asignaturas que exigen esfuerzo, dedicación, vocación, serenidad, reflexión y tiempo, unos valores que ahora no se llevan, no venden, en medio de la vorágine de prisas e inmediatez en las que nos movemos, y aún más nuestra juventud, acostumbrada a un clip del ordenador o del móvil.
En fin, una lástima que ocurra esto en el maltrecho sistema educativo español, copia de otros modelos donde resultó un fracaso.
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