www.revistadehistoria.es 26/04/2015
Segóbriga es una de las ciudades romanas mejores conservadas al paso del tiempo. Segóbriga está situada en Saelices (Cuenca) y preservada como el conjunto arqueológico más importante de la Meseta de la Península Ibérica.
Estuvo rodeada y protegida de una muralla de 1300 metros de recorrido construida en torno al 50 a.C. con varias puertas de acceso para la entrada y la salida de la ciudad. La puerta más representativa fue la construida de sillares, llamada Puerta Monumental y que daba a la calle principal. Por debajo de ella atravesaban las cloacas de la ciudad. El aprovisionamiento de agua tuvo lugar mediante un acueducto conectado con el río Cigüela y transportado a la ciudad mediante tuberías de plomo revestidas de hormigón que conservaban su frescura gracias a la disposición de una especie de techado de arcilla a lo largo de su conducción.
Pero Segóbriga antes de ser un asentamiento romano en el siglo II fue un castro celtibérico, aunque en tiempos de Augusto se convirtió en un municipio que dejó de pagar tributo a Roma para ser independiente y ocupada por ciudadanos romanos. Segóbriga se convirtió así en una población minera del llamado lapis specularis, también conocido como yeso translúcido, que se usaba en la fabricación de ventanas para todo el Imperio. La ciudad comenzó un próspero desarrollo debido a la explotación de este material, construyéndose en ella un Teatro en la época Julio-Claudia e inaugurado durante la dinastía Flavia en torno al 78 d.C. donde se hacían representaciones de tragedias y comedias.
Su conservación a fecha actual es fabulosa, pues aún mantiene la orchestra y el tablado de madera así como las columnas y esculturas que lo adornan. No menos espectacular fue la construcción del Anfiteatro, de forma elíptica con una longitud de 75 metros de largo y que podía albergar casi a 6000 personas donde se conservan las celdas para las fieras como tigres, osos o leones traídos desde los puntos más distantes a la Península y donde también tenían lugar luchas de gladiadores.
Otros lugares de entretenimiento fueron el Circo, construido a mediados del siglo II, donde se llevaron a cabo carreras de carros tirados por caballos o las Termas del siglo I d.C. que actualmente conserva taquillas y saunas además del horno con el que calentaban las aguas de las bañeras y donde los ciudadanos romanos se reunían para su regocijo y disfrute en baños de agua fría (frigidarium) agua templada (tepidarium) o agua caliente (caldarium), además de la sauna seca (laconium).
FUENTE: http://revistadehistoria.es/segobriga-la-ciudad-romana-mejor-conservada-de-la-meseta/