C. Pascual www.levante-emv.com 19/02/2013
Entrevista a Antoni Biosca i Bas. Saber latín facilita el aprendizaje de otros idiomas como el alemán, con el que comparte declinaciones, advierte el filólogo.
Una periodista italiana dio la primicia mundial de la renuncia de Benedicto XVI al ser la única profesional presente que sabía latín. El filólogo Antoni Biosca lamenta la «imprudencia» de dejar perder esta lengua en Europa.
C.P.: El latín ha vuelto a primera línea tras la renuncia del Papa…
A.B.: Sí, una periodista italiana tuvo la primicia por ser la única profesional presente en la sala que sabía latín. Es un ejemplo de que no es una lengua muerta. Tener conocimientos de latín te da un mayor bagaje cultural y otras ventajas, como mayor facilidad a la hora de aprender otros idiomas como el alemán. Comparten declinaciones.
C.P.: ¿Cree que servirá para sacar del olvido una lengua arrinconada?
A.B.:No pasará de ser una anécdota simpática. El latín no es importante porque lo hable el Papa, sino porque es básico para conocer la cultura clásica. Esta anécdota espero que sirva para reflexionar sobre sobre la manera imprudente con la que hemos dejado perder esta lengua.
C.P.: ¿Se perderá en la Educación?
A.B.:Los que hemos estudiado latín somos pesimistas por naturaleza. Los profesores hemos repetido en tantas ocasiones que el latín iba a desaparecer, que ya parece una discusión constante. Hace años no había problemas, porque era una asignatura obligatoria, pero ahora ya no. Ahora tenemos que luchar para que no quiten las pocas horas de docencia en los institutos.
C.P.: ¿Qué futuro tiene un estudiante de Filosofía Latina?
A.B.:El mismo que el resto, muy negro. Ahora ninguna carrera tiene garantía laboral, pero los humanistas siempre lo tenemos más complicado. Un latinista tiene dos caminos: la docencia y la gestión cultural.
C.P.: Y luego están los prejuicios…
A.B.:El latín se identifica como un reflejo del pasado que ahora no sirve para nada. Ya en la época franquista se hablaba de «menos latín y más gimnasia». La sociedad identifica el latín con lo rancio, la educación católica y una asignatura dura. Pero tiene gran base científica, ejercita el pensamiento. El latín es un placer tardío, no inmediato.
C.P.: ¿Todavía se habla latín?
A.B.:Existen asociaciones de latinoparlantes. Newton escribía en latín y Tierno Galván recibió en Madrid a Juan Pablo II con un discurso en latín…
C.P.: El Imperio romano estuvo salpicado por la corrupción…
A.B.:Sí, Roma siempre fue corrupta, pero nuestra situación me recuerda a la caída del Imperio romano por la tendencia de Occidente de fomentar el consumismo. El Imperio cayó por vivir como ricos, con exceso de lujos. Roma se creía que con dinero todo se podía comprar… Y, si nada cambia, así pasará en Occidente.