Miguel Ángel Alfonso | Sevilla www.elcorreoweb.es 18/02/2011
Desde ayer es posible visitar el complejo museístico bajo las ‘setas’.
A cinco metros por debajo de las setas de la Encarnación descansa el yacimiento romano más importante de la ciudad de Sevilla. Esta pequeña Itálica estuvo a punto de perderse cuando se proyectó la construcción de un aparcamiento bajo el antiguo mercado de la plaza, pero por fortuna los exquisitos mosaicos que desde hoy se pueden visitar no fueron destruidos en aras de la modernidad.
Resulta irónico, por tanto, que otro de los tesoros que ofrece Antiquarium sea la casa almohade de la Noria, construida por los árabes entre los siglos XII y XIII sobre parte de los restos romanos. Los arquitectos del califato sevillano no tuvieron tanto respeto por los anteriores habitantes de la zona, y usaron los preciados ladrillos romanos para construir sus viviendas. No se les puede culpar de este expolio, porque hay que recordar que con los sillares de la muralla romana se levantó el Alcázar, uno de los símbolos de la ciudad.
Pero esta vez no se ha repetido la historia y los actuales dirigentes de Híspalis han preferido honrar a sus antepasados en vez de continuar con la tradición de construir encima, lo que se hubiera producido al dar preferencia al proyecto del parking.
Gracias a ello, desde ayer ya se pueden visitar las obras de restauración del complejo arqueológico. Así lo anunció el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que visitó los trabajos junto al arqueólogo Fernando Amores y al delegado de Urbanismo, Manuel Rey.
Amores animó a los interesados a que visiten Antiquarium. Lo que se podrá hacer en pequeños grupos y de forma gratuita. Tan sólo hay que apuntarse en el expositor situado para la ocasión en las cercanías de la calle José Gestoso, sin necesidad de petición previa y en horario de 11.00 a 14 horas y de 15.00 a 20.00 horas. El arqueólogo, que ha mostrado absoluta pasión durante la restauración, destacó la «sensación de inmersión en el pasado» que produce dar un paseo por las instalaciones, y añadió que «aunque falta un 15% del proyecto por completarse, resulta interesante observar cómo se están tratando los mosaicos, un pedazo importante de la historia antigua de Sevilla».
Respecto a la puesta a punto final del complejo, los responsables dan el 15 de marzo como fecha para su apertura definitiva. De momento, los visitantes deberán ataviarse con un casco y un chaleco reflectante debido a las obras del Metropol Parasol que tienen lugar unos metros arriba. A partir de esa fecha, la entrada para los que no residan en Sevilla será de dos euros.
Un precio simbólico para disfrutar, en pleno casco histórico, de los restos visibles de un gran edificio residencial urbano, una factoría de salazones, varias esculturas y una fábrica romana de lámparas de aceite, a parte de los mosaicos y la vivienda construida por los almohades.
Todo lo mencionado se expone en un recinto de 5.000 metros cuadrados, que también acogerá exposiciones temporales. La primera de ellas será la del Tesoro del Carambolo, un conjunto de 21 piezas de oro que se creían realizadas por los Tartesos, pero que recientes investigaciones lo consideran el ajuar de un sacerdote fenicio dedicado al dios Baal y a la diosa Astarté.
Antiquarium es la prueba de la herencia romana de la ciudad, pues forma una línea recta con el Alcázar, que en esa época fue el cardum, una de las dos arterias principales desde las que solían levantar sus urbes.