EFE 05/12/2007
La escritora madrileña Almudena de Arteaga ha recuperado en un ensayo divulgativo la figura de Beatriz Galindo, ‘La Latina’, la primera maestra conocida de la Historia de España y tutora de Latín y Humanismo de la reina Isabel la Católica y de sus hijas.
‘No es cierto que no hubiera mujeres doctas en la España de aquella época’, ha asegurado De Arteaga en una entrevista en la que afirma que ‘Beatriz Galindo fue la primera reconocida como tal. El apodo de ‘La Latina’ no era en absoluto despectivo’, ha explicado.
‘La Latina’, hija de humildes hidalgos, nació en Salamanca en torno a 1465 y aprendió latín sin ingresar en la universidad -a las mujeres no les estaba permitido matricularse en estos centros-, instruida por los estudiantes que habitaban la ciudad y por su padre, ‘quien al parecer era bastante culto’, ha señalado Almudena de Arteaga.
La reina Isabel la Católica requirió a una mujer para que le diera clases de Latín, lengua de la diplomacia internacional y de la alta Cultura en este periodo, ya que al nacer cuarta en la línea sucesoria de la corona no fue educada en este sentido. Así, De Arteaga ha explicado que Marineo, el profesor del príncipe Juan, recomendó a la reina que hiciera su instructora a Beatriz Galindo.
La escritora ha indicado que existe un debate entre los historiadores acerca de la relación que mantuvo ‘La Latina’ con Isabel ‘la católica’, ya que en los documentos reales Galindo figura como ‘criada’, si bien es significativo, según De Arteaga, que la monarca le pidiera a su tutora que la acompañase hasta la muerte y que la requiriera para instruir a sus hijas.
El ensayo también aborda la relación matrimonial de la maestra con Francisco Ramírez de Madrid, ‘El artillero’, uno de los grandes héroes del final de la reconquista. De Arteaga destaca en los últimos pasajes de la obra el llamativo suceso que aconteció tras la muerte de ‘La Latina’, cuando en el año 1900 -Beatriz Galindo falleció en 1536- se desenterró su cuerpo y se comprobó que permanecía incorrupto.
Aunque se abrió un proceso de beatificación, durante el cual sus restos mortales volvieron a ser enterrados en otro lugar, este se suspendió cuarenta años después, cuando al volver a desenterrarlo el cadáver se deshizo.
De Arteaga, autora de varias novelas históricas cuyas protagonistas y narradoras son mujeres, ha reconocido que se siente más ‘cómoda’ escribiendo desde este punto de vista.
Entre sus obras se encuentran ‘La princesa de Eboli’, ‘La Beltraneja, el pecado oculto de Isabel la Católica’, ‘María de Molina, tres coronas medievales’ o ‘El desafío de las damas’.