Cuenca / EFE 07/10/2005
La Guardia Civil ha recuperado en Cuenca más de 5.000 objetos expoliados en yacimientos arqueológicos de diferentes épocas, algunos de un valor "extraordinario", en la denominada "Operación Morteruelo", que se ha cerrado con la detención de tres personas y con otros cuatro imputados.
En la operación se han practicado once registros domiciliarios en la capital conquense y en la localidad de Fuentenava de Jávaga, que han permitido recuperar más de 5.000 piezas procedentes de yacimientos arqueológicos situados en su totalidad en la provincia de Cuenca, informó en rueda de prensa el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, Amador Escalada.
Se trata de objetos de un gran valor histórico de yacimientos de distintas épocas como la íbera, la romana o la árabe, entre los que se encuentran algunas piezas "extraordinarias", según una primera evaluación realizada por los expertos, dijo Escalada.
Entre los detenidos figura J.A.C.C., de 45 años, propietario de un bar de la capital conquense en el que se adquirían las piezas expoliadas y copropietario de una tienda de numismática de la ciudad en la que se "comercializaban" dichos objetos.
También han sido detenidos J.A.T., de 56 años, y A.G.G. de 36, a los que como al resto de los implicados se les imputan delitos de apropiación indebida, contra el patrimonio histórico, de receptación, de falsificación y de estafa.
La operación se inició en el pasado de mes de marzo, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que el establecimiento de numismática podría dedicarse a la adquisición y posterior venta de material arqueológico procedente de expolios.
Tras las primeras investigaciones y al apreciar que podría ser una operación de importancia, la Comandancia de Cuenca pidió apoyo a la Unidad del Patrimonio Histórico de la Dirección General de la Guardia Civil, que envió a varios agentes para participar en las investigaciones.
En este sentido, un responsable de la Unidad de Patrimonio Histórico puntualizó que las investigaciones se han prolongado hasta ahora debido a la discreción con la que se han llevado a cabo para que los delincuentes no sospecharan que estaban siendo investigados.
Las pesquisas concluyeron ayer con la realización de los registros domiciliarios y las detenciones e imputaciones de los siete sospechosos.
Además de las piezas arqueológicas, la Guardia Civil encontró en los registros planos cartográficos de los yacimientos; cinco detectores de metales -la herramienta básica para desarrollar la actividad delictiva- y material para la falsificación de piezas.
Estas piezas falsificadas eran vendidas a los compradores "más incautos", aunque la gran mayoría de los objetos que han sido recuperados son auténticos.
Con las detenciones y los registros efectuados, la Guardia Civil da por concluida la operación, aunque ahora se procederá a analizar toda la documentación incautada, mientras que las piezas serán entregadas a la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, para que sus especialistas emitan los correspondientes informes técnicos.
A la rueda de prensa en la que se informó de la operación asistió el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Julián Grimaldos, quien felicitó a la Guardia Civil por el trabajo desarrollado, por lo "laborioso y lo prolongado en el tiempo" que ha sido y por "la cantidad y calidad" de los objetos recuperados.
Grimaldos calificó la operación como "un regalo que ha hecho la Guardia Civil a la sociedad" en vísperas de la festividad de su patrona la Virgen del Pilar y expresó su deseo de que la sociedad "regale también el reconocimiento" al instituto armado.