Alicante | EFE 02/10/2008
Los bustos de Nerón, Marco Antonio y Tiberio, entre otros emperadores de la antigua Roma, forman parte de una exposición inaugurada hoy en Alicante e integrada por 32 piezas escultóricas del siglo I a.C. hasta el III d.C., procedentes en su mayoría del Museo Arqueológico Nacional (MAN).
La muestra «Rostros de Roma», organizada por Caja Mediterráneo (CAM), permanecerá en la capital alicantina hasta el próximo 6 de enero y, posteriormente, se podrá ver en Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia y Murcia.
La mayoría de esas piezas ha sido hallada en España y muchas de ellas se exhiben por primera vez fuera de las instalaciones del MAN, según ha indicado la directora de este centro museístico, Rubí Sanz, durante la presentación de la exposición.
Al acto también han asistido el presidente de CAM, Vicente Sala, y la comisaria de la exposición y jefa del departamento de Antigüedades Clásicas del MAN, Paloma Cabrera.
«Rostros de Roma» se estructura en tres grandes capítulos: el primero dedicado a los bustos de emperadores y filósofos; el segundo, a la Historia Augusta y el tercero, a rostros de ciudadanos anónimos que destacaron por sus servicios a su país.
En total, se presentan quince bustos de gobernantes de las dinastías Julio Claudia, Flavios, Antoninos y Severos, así como otras piezas escultóricas, entre las que se incluyen sarcófagos y monumentos funerarios.
Cabrera ha explicado que la muestra es «una panorámica del retrato romano, un elemento esencial de la cultura romana», y ha destacado que los rostros de «mujeres, hombres y niños que se exhiben se hicieron siguiendo los dictados de las modas impuestas desde Roma y la familia imperial para perpetuar su memoria y construir la romanización, la pertenencia a la cultura latina».
La comisaria de la exposición ha subrayado también la presencia del busto de Marco Antonio, «conocido por sus aventuras con Cleopatra y sus enfrentamientos con Augusto», y que data del siglo I a.C., por lo que es la escultura más antigua de las que se exponen.
También figuran los bustos de Tiberio, hijo de la emperatriz Libia y el emperador Augusto, y de Antonino Pío, de quien dicen los historiadores que fue un gobernante «brillante y bondadoso».
Las obras que se exponen proceden de los yacimientos arqueológicos de Tiermes (Soria) y Mérida (Badajoz), entre otros, así como de la colección del Marqués de Salamanca, que fue adquirida por el Estado en 1874.