[Nichos y urnas del mausoleo romano de Carmona JUAN MANUEL ROMÁN – Archivo]
www.20minutos.es 12/12/2019
Después de que el pasado verano Carmona (Sevilla) fuese el escenario del descubrimiento de un mausoleo subterráneo legado de la antigua Carmo romana, con una cronología que se remontaría a finales del siglo primero antes de la era actual o principios de la siguiente centuria, actualmente una de las urnas de vidrio halladas en el sepulcro está siendo restaurada con la particularidad de que la misma conserva "restos de tejidos" de la tela que la envolvía y de una bolsa de cuero que albergaba, toda vez que los huesos de los difuntos serán sometidos a un "estudio antropológico" al objeto de precisar aspectos como el sexo o la edad de cada una de estas personas.
La cámara sepulcral, hallada en el marco de un proyecto de obras promovido en una vivienda particular de la calle Sevilla del casco urbano de Carmona, cuenta como se informó en su momento con ocho 'loculi' o nichos, seis de los cuales estaban ocupados por urnas funerarias de distinta tipología: piedra de alcor, piedra caliza y vidrio, toda vez que estas últimas, a su vez, estaban protegidas por recipientes de plomo, como ha recordado a Europa Press el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román.
Las urnas, en cualquier caso, contienen los huesos incinerados de los difuntos, así como ajuares funerarios con elementos como ungüentarios u otros efectos.
En ese contexto, Juan Manuel Román ha explicado que actualmente, una de las urnas de vidrio está siendo sometida a un proceso de restauración junto con su recipiente de plomo, toda vez que tras un primer reconocimiento, ha sido comprobado que los restos óseos que contenía esta urna pertenecían a un niño y los mismos estaban acompañados de una bolsa de cuero que albergaba tres cuentas circulares de ámbar y un pequeño ungüentario en forma de ánfora, tallado en cristal de roca.
Esta urna, según ha destacado, cuenta con la singularidad de que conservaba materia orgánica, como "restos de tejido" de la tela que la envolvía, la citada bolsa de cuero o los residuos del contenido del ungüentario, que incluso aún mantiene su tapón de corcho o madera.
"MUY POCO HABITUAL" DESCUBRIR RESTOS DE TEJIDOS
Al respecto, el arqueólogo Juan Manuel Román ha explicado que es "muy poco habitual" la localización de restos de tejidos en vestigios históricos de una cronología como la que corresponde a este sepulcro subterráneo.
En ese sentido, ha recordado que dado que esta cámara funeraria fue construida bajo tierra y ha permanecido "bien sellada" a lo largo de los siglos, el "hermetismo" ha propiciado una "buena conservación" de la mayoría de los elementos del mausoleo, que formaría parte del conjunto funerario ubicado al oeste de la antigua Carmo romana, en el entorno de lo que habría sido la Vía Augusta y relacionado con la fascinante Necrópolis romana del municipio, cuyo origen se remontaría al siglo I de la era actual.
Además, y fruto de la colaboración con la Universidad de Sevilla, en enero comenzará el "estudio antropológico" de los huesos localizados dentro de las urnas, todos ellos "quemados y rotos". Gracias a dicho estudio científico, según ha explicado Juan Manuel Román, es muy posible que se pueda averiguar la edad y el sexo de los difuntos e incluso identificar aspectos como "las enfermedades o patologías" que pudieron sufrir estas personas, si éstas han "dejado huella en los huesos".
"MAUSOLEO FAMILIAR"
La idea, si los huesos hubieran conservado suficiente material tras las cremaciones, sería promover además un estudio genético para dilucidar "si hay relaciones de parentesco entre los difuntos", pues según ha expuesto el arqueólogo municipal de Carmona, la principal hipótesis es que esta cámara funeraria sea "un mausoleo familiar". "Es lo más probable", ha indicado, precisando eso sí que para acometer esta investigación concreta aún es necesario contar con presupuesto para ello y contratar los servicios de un laboratorio especializado.
Y mientras tres de estas urnas conservan en sus superficies unas inscripciones correspondientes a los nombres de los difuntos, tales epigrafías también están siendo sometidas ya a estudio. Con todos estos aspectos en marcha, el arqueólogo municipal de Carmona ha manifestado que hay "bastante faena" en materia de investigación al objeto de profundizar en el conocimiento de los rituales funerarios de la época y de este nuevo enclave de la Carmo romana.