Luisa Merari Guevara www.historiayarqueologia.com 01/05/2013
Investigadores estadounidenses y turcos emprenderán en 2013 una nueva campaña de excavaciones en la legendaria ciudad homérica.
Troya, la ciudad que Homero inmortalizó en la Ilíada, fue ubicada por Heinrich Schliemann en Hissarlik, una colina situada en el estrecho de los Dardanelos, en la actual Turquía. Eso sucedía en 1870, y desde entonces los arqueólogos han estudiado el yacimiento para desentrañar sus secretos y establecer cuál de sus diez estratos superpuestos corresponde a la mítica ciudad de Príamo. Tras la destrucción de Troya por los griegos micénicos hacia 1250 a.C., la zona fue colonizada por griegos y romanos, y estuvo habitada de un modo más o menos continuado hasta el siglo XIII d.C.
Tecnología puntera
Hasta hoy se ha excavado menos de una quinta parte de la superficie total del yacimiento. Por eso, la Universidad de Wisconsin-Madison, en colaboración con la universidad turca de Canakkale, tiene previsto iniciar este año 2013 una nueva excavación en la zona. La nueva campaña pretende dar respuesta a los enigmas que aún rodean esta legendaria ciudad. Entre los objetivos de los arqueólogos están determinar la ubicación del cementerio real de Troya y hallar más pruebas de la escritura que se empleaba en la región. Y, por supuesto, intentar dar una respuesta a la persistente pregunta sobre la realidad histórica de la guerra de Troya. Los expertos contarán con las tecnologías de prospección y análisis más sofisticadas, como técnicas de arqueología molecular para estudiar restos humanos y animales.