Ángel Gómez Fuentes | Roma www.abc.es 12/01/2016
En Nueva York la policía secuestra un sarcófago, listo para ser expedido a un japonés que había pagado 3 millones de dólares.
Tesoros del arte italiano, que la mafia posee y comercializa en el extranjero, volverán en breve a Italia. Después de años de investigaciones, los Carabineros encargados del patrimonio cultural han descubierto cinco depósitos llenos a rebosar con 5.000 objetos arqueológicos de grandísimo valor. Eran propiedad de Gianfranco Becchina, conocido comerciante de arte siciliano.
En manos de los traficantes estaba también un archivo con miles de fotos y documentos en los que se detalla la procedencia, valor, destino y compradores de estas obras maestras desaparecidas desde hace años. En su mayor parte fueron extraídas ilegalmente del parque arqueológico de Selinunte, en la provincia de Trápani (Sicilia), y cerca de allí, en Mazara del Vallo, donde se encuentra una parte de mar muy rica en objetos de arte hundidos en las aguas. En efecto, se trata de un área cargada de historia: por allí pasaron naves cargadas de botines de guerra arrancados por los romanos en la destruida Cartago, o tesoros saqueados por los bárbaros con la caída del Imperio romano.
Cuenta el diario «La Repubblica» que en este escenario se mueven traficantes en un mercado que vale miles de millones de euros. El nombre que sobresale en las investigaciones es el citado Gianfranco Becchina, un personaje que mantiene negocios con todo el mundo: «Ha tratado con los más grandes museos del mundo, entre ellos el Louvre, el Metropolitan de Nueva York, el museo de Boston, el Ninagawa de Hurashiki y muchos otros», manifiesta el arqueólogo Tsao Cevoli, presidente del Observatorio Internacional Archeomafie.
Gracias al precioso archivo secuestrado a Becchina se ha podido indentificar «La bella adormentada», un espléndido sarcófago romano recuperado en estados Unidos. EL FBI lo encontró escondido en un almacén de Queens (Nueva York). Realizado con mármol de Carrara, hace unos 1800 años, se había perdido su rastro hace ya treinta años. La policía americana lo ha secuestrado y lo devolverá a Italia. El sarcófago estaba listo para ser expedido a su comprador japonés, Noriyoshi Horiuchi, famoso comerciante de antigüedades que había pagado 3 millones de dólares.
Horiuchi estaba en estrecha relación precisamente con Gianfranco Becchina, un curioso personaje siciliano que vive en una gran villa cerca de los templos de Selenunte, rodeada de olivos con los que produce un aceite que ha servido para aderezar las ensaladas de los presidentes Clinton y Bush. Becchina se acredita nada más y nada menos que proveedor de aceite de la Casa Blanca.
Detrás de otros muchos saqueos y tráfico de arte se ve también la sombra de jefes mafiosos. No en vano Cosa Nostra considera que el mercado del arte está entre sus principales fuentes de ingresos.
FUENTE: www.abc.es/cultura/arte/20150112/abci-arte-mafia-201501121741.html