Berlín | EFE 13/05/2009
La policía alemana ha utilizado los métodos mas modernos de identificación para reconstruir el rostro de Publio Quintilio Varo, el gobernador romano de la provincia de Germania Magna que perdió la vida y tres legiones completas en la legendaria batalla de la selva Teutoburgo.
Coincidiendo con el 2000 aniversario de la derrota ante las tribus germanas que conmocionó a Roma, miembros del departamento de identificación visual de la Oficina de Investigación Criminal de Düsseldorf han logrado devolver la cara al responsable de la muerte de hasta 20.000 soldados romanos.
Para ello se han servido de monedas acuñadas con el rostro de Varo cuando este fue gobernador romano en el norte de África, entre ellas una emitida en Achulla, que permite «identificar claros rasgos individuales», explicó hoy el profesor Dieter Salzmann del Instituto Arqueológico de la Universidad de Münster.
A pesar de que las monedas utilizadas para la identificación visual presentaban un fuerte desgaste por el paso del tiempo, los expertos han podido devolver a Varo su nuez pronunciada, una nariz afilada, un gesto de boca hacia abajo, párpados caídos y un aspecto general de persona bien alimentada. Para ello, y en base a las imágenes de las distintas monedas, utilizaron un programa informático especial para la elaboración de retratos robot que permite ir definiendo los rasgos de un rostro hasta reproducir con la mayor fidelidad posible el original.
Los problemas de la reconstrucción»Lo mas problemático es que las monedas presentaban siempre a Varo de perfil, mientras los retratos robot son siempre reproducciones de frente», señaló Salzmann, quiense mostró satisfecho con los resultados alcanzados por los criminólogos de Düsseldorf. La elaboración del retrato robot de Varo se produce pocos días antes de la inauguración de varias exposiciones conmemorativas de la batalla de Teutoburgo, en la que miles de germanos acosaron y atacaron durante varios días las legiones XVII, XVIII y XIX, así como varias unidades de caballería y tropas auxiliares, hasta su aniquilación total.
El museo romano de Haltern, el museo regional de Detmold y el museo arqueológico de Kalkriese, todos al oeste de Alemania, ofrecerán hasta después del verano la muestra conjunta «Imperio-Conflicto-Mito» sobre la batalla que frenó la expansión de Roma hacia el norte de Europa.
A las órdenes del príncipe germano Arminius, educado en Roma y hombre de confianza de Varo, a quien traicionó para volver con su pueblo, miles de guerreros germanos de distintas tribus coordinaron por primera vez sus fuerzas para expulsar a los invasores. Tras abandonar con sus hombres la columna de tropas de Varo, que tenía la misión de desarrollar la administración romana y recaudar impuestos en los nuevos territorios conquistados en Germania, Arminius dirigió la ofensiva germana que exterminó a las fuerzas de elite romanas.
Los historiadores calculan que la columna de fuerzas de Varo tenía una longitud de hasta 20 kilómetros y que los germanos la acosaron con una táctica de guerra de guerrillas para fraccionarla e irla destruyendo poco a poco en los profundos bosques de lo que hoy es el occidente de Alemania. A la vista de la derrota total y tras cuatro días y noches de combates incesantes, Varo acabó suicidándose con su propia espada junto a otros oficiales de su tropa, mientras su cabeza, tras ser decapitada, acabó enviada a Roma.
«Quintili Vare, legiones redde!» (Varus, devuélveme mis legiones), dijo el emperador Augusto al conocer el alcance de la derrota, de consecuencias tan traumáticas, que Roma nunca volvió a formar legiones con la numeración de las tres exterminadas.