Guillermo Soler | Cabrera (Baleares) www.diariodemallorca.es 22/05/2006
Tras diversos propietarios, la heredó en 1890 Jacint Feliu, que hizo sembrar viña y contrató personal
Los restos de varios barcos de carga griegos y romanos, algunos con más de 2.500 años hundidos en aguas del subarchipiélago de Cabrera, son los vestigios de que, desde la antigüedad, esas islas cercanas a Mallorca, pertenecientes al municipio de Palma, fueron visitadas por diversos pueblos navegantes del Mediterráneo. Un subarchipiélago que está formado por Cabrera, la isla mayor, rodeada por las islitas de Conills, na Redonda, des Fonoll, na Plana, na Pobra, l´Imperial, na Foradada, Pla, Estell de Fora, Estell d´en Terra, de ses Bledes, l´Esponja, Estell de s´Esclatassang, illa de ses rates, Estell des Coll, l´Olló, Escarabassot y s´Illot de na Foradada.
Varios historiadores, de ayer y de hoy, aún no se ponen de acuerdo si fue en Cabrera o en la islita de Conillera, en donde nació Aníbal, hijo de Amilcar Barca y de un bella hispana, según cuentan las crónicas de la época. No ha de extrañar que uno de los caudillos más grandes de la antigüedad pudiera nacer en una de ambas islas mentadas, ya que corrían tiempos en que en Mallorca había una importante colonia púnica.
Por una carta fechada en el año 398 de la era cristiana, enviada por Agustín de Hipona al monasterio erigido en Cabrera en aquellos tiempos finales de la Roma Imperial, sabemos que la isla estaba habitada. La misiva era una amonestación a la licenciosa vida que llevaban algunos de los monjes de Cabrera. Dos siglos más tarde, como los religiosos de Cabrera seguían manteniendo costumbres nada recatadas, el papa Gregorio el Grande les envió un delegado especial para imponer orden entre ellos.
Cabrera, una vez rescatada para el orbe cristiano, es donada a Ferrer de Sant Martí, procurador episcopal de Tarragona, si bien son Bernat Claramunt y Guillem Huguet quienes la administran. Los diferentes propietarios se suceden hasta llegar a la familia Humbert, pero al no tener sucesión directa, la herencia recae en Jacint Felíu i Ferrà de La Mola, en 1890. Con el nuevo propietario, gracias a la llegada de especialistas de Felanitx, se inicia la primera plantación de viña en Cabrera; acción que provoca la construcción del ´celler´, que desde hace unos años, una vez rehabilitado, se convirtió en museo que explica la historia de la isla y su entorno. Junto a este edificio, dominando una importante zona, se mantiene un jardín creado para variedades de plantas.
Gracias al estudio sobre la Fauna y Flora de Cabrera de José Miguel Rey, galardonado con el Premio especial de investigación Ciudad de Palma en 1974, muchos se enteraron de que la isla y sus islotes estaban bajo la tutoría municipal de Cort. A la vez, ancestrales y autóctonos habitantes como especies vegetales endémicas y fauna muy vinculada a este subarchipiélago, pasaron a los libros. Y es que la fauna y flora de este subarchipiélago hay que considerarla, tanto en tierra como en mar, muy particular. Entre las variedades de fauna destaca la lagartija negra balear. Hay aves como el águila pescadora, el halcón de Eleonor y el halcón imperial. Un mamífero marino que se intenta recuperar en esas aguas es la desaparecida foca monje. Aún quedan tortugas en sus aguas, pero su pesca está prohibida.