Paco Izquierdo | Valladolid www.abc.es 06/04/2009
Era una mañana fría de primavera. Cayo se dirigía, por primera vez, a la mansión de su señor para presentarle un problema con las lindes de su parcela. Al llegar a la entrada, en la parte sur del edificio, observó las dos torres octogonales que jalonaban las esquinas. Una hilera de columnas de mármol servían para indicar la presencia de un enorme patio.
Pasó por un pasillo central y a su derecha, en la zona Este, esperaba su protector, el «dominus», sentado en el salón de su casa. El suelo, ornamentado con un mosaico realizado con teselas milimétricas, presentaba, en su parte central, una alegoría a Aquiles y Ulises y su encuentro en el palacio de Nicomedes.
Cayo, como buen «cliente», agachó la cabeza en señal de respeto y avanzó hacia su amo. Lo que parece el guión de una buena película del Bajo Imperio Romano, se puede revivir, con un poco de imaginación en el pequeño municipio palentino de Pedrosa de la Vega.
Paraíso arqueológico
Allí se encuentra la Villa Romana de La Olmeda. Un lugar situado a 60 kilómetros de Palencia y en el que, tras un importante esfuerzo económico de la Diputación, se ha construido el que se puede denominar «Guggenheim» del romano. El monumento, que data del sigo I o II, se descubrió en 1968 por parte del propietario de las tierras de esa zona, Javier Cortes. El dueño donó la Villa romana a la Administración provincial en 1980. Desde entonces, tan singular paraje recibió la visita de más de un millón de personas para cerrar sus puertas al público en el año 2005. ¿Por qué? Para crear un edificio singular en el que sus visitantes disfruten de este paraíso arqueológico.
Así, el nuevo edificio, diseñado por el Gabinete de Arquitectura Paredes Pedrosa, inaugurado el pasado 3 de abril, consta de una superficie de siete hectáreas y seis de cubierta de bóvedas. Además, se han ubicado 974 metros cuadrados de pasarela, por las que los visitantes acceden al complejo interior y se acercan a su interior. 31 habitaciones, cinco pasillos, cuatro torres o dos pórticos son sólo algunas de las estancias que se pueden observar. Aunque, sin duda, el deleite llega con los 1.416 metros cuadrados de mosaicos que se conservan en un perfecto estado.
«Un sueño hecho realidad»
La Diputación, según su presidente, Enrique Martín, valoró la apertura de la VRO como «un sueño hecho realidad y una promesa cumplida». Después de recordar todos los avatares sufridos durante las obras, Martín indicó que «con esta Villa seguro que conseguiremos que Palencia sea más conocida, para lo que esperamos conseguir 60.000 visitantes al mes».
Con esta idea, desde la Administración provincial ha invitado a más de un centenar de palentinos ilustres a ser embajadores de la Villa. La actriz Elena Anaya, los periodistas Ramón Arangüena y Matías Antolín, el ex presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, o el clérigo Nicolás Castellanos, son algunos de los elegidos para llevar el nombre de La Olmeda por todo el Mundo.