S.A. | Segovia www.eladelantado.com 10/09/2008
La última restauración del Acueducto se prolongó de 1992 a 2000, y en las obras se invirtieron alrededor de siete millones de euros.
«El Acueducto no tiene ningún problema grave que afecte a su conservación y estabilidad, los segovianos pueden estar muy tranquilos». El delegado territorial de la Junta, Luciano Municio, rechazó ayer de forma contundente las apreciaciones del Gobierno municipal, expresadas por la concejala de Patrimonio, Claudia de Santos, en las que denunció que la administración regional habia impedido intervenir al Ayuntamiento, al menos en tres ocasiones, en el monumento para estudiar el daño del canal de plomo que corona el monumento, un deterioro que, según el municipio, era el origen de las filtraciones de agua que amenazan la construcción romana en varias pilas.
Según explicó Municio, el proyecto que presentó el Ayuntamiento para intervenir en el canal de plomo del Acueducto «dicho en el castellano más coloquial y, sin faltar a nadie, era un muy mal proyecto, mal pensado y estructurado, sin argumentos, innecesario, una chapuza que no podía autorizarse (…) el Acueducto es un monumento emblemático y se merece más respeto que el que la Concejalía de Patrimonio tiene hacia el».
El delegado insistió en que la Comisión Territorial de Patrimonio denegó el proyecto porque se trataba de «un muy mal proyecto, una burla», al tiempo que tildo de «falacia» que lo hubiese aprobado la ponencia técnica con anterioridad, puesto que este órgano «no aprueba, solo propone». «En la Comisión de Patrimonio se dio marcha atrás porque se entendió que la ponencia técnica no había estudiado el proyecto con suficiente profundidad, en la Comisión hay miembros que son también vocales en la ponencia técnica y modificaron su voto, los dictámenes se aprueban por unanimidad, la composición es muy variopinta y no caben presiones de ningún tipo», señaló.
Sobre el deterioro del canal, Municio explicó que la Junta tiene constancia de que está dañado en dos zonas; en el tramo entre el Postigo y la tapia de la Subdelegación del Gobierno «que está pisoteado y hecho un desastre, porque el Ayuntamiento no impide, como sería su obligación, que la gente se suba y pasee» y en la zona próximo al colegio Claret, en el que se han detectado algunos desperfectos por la misma razón, «porque no se impide que la gente trepe con total impunidad y se pasee por arriba».
En todo caso, Municio recalcó que el Ayuntamiento «se equivoca» en la percepción de la obra, en tanto que el canal de plomo «no está pensado para evitar que el agua llegue a la piedra» «Es -dijo-una anécdota dentro de la restauración que tenía la única función de permitir en circunstancias excepcionales que el agua corriera desde el segundo desarenador hasta la fuente del Postigo, pero en ningún momento está colocado para proteger la piedra del ataque del agua, no tiene que ver con la conservación del Acueducto, porque cada vez que llueve el monumento recibe una cantidad de agua espectacular y no solo por la parte del canal y no pasa absolutamente nada».
El delegado insistió en que el canal de plomo no es un elemento para impedir filtraciones al acueducto. «Es una cajita de plomo limitada dentro del canal que no impide que el agua entre, es solo una forma de encauzar excepcionalmente el agua, algo testimonial y anecdótico, pero no es un sistema de protección ni mucho menos para evitar humedades al Acueducto, y quien diga lo contrario, miente».
Municio recordó que la Junta hizo una inversión próxima a los siete millones de euros en la última restauración (1992-2000). «Que no le quepe la menor duda a nadie de que en el momento en que se detecte el inicio o posibilidad de que se produzca un problema se va a intervenir, pero hoy el Acueducto no tiene ningún problema grave, los segovianos pueden estar muy tranquilos».