Laura Serrano-Conde | EFE | Madrid 02/12/2010

La función, que se podrá ver en Madrid, recrea la historia del emperador Tito, el gran general romano que regresa a su tierra victorioso.

La compañía de teatro catalana La Fura dels Baus presenta hoy en Madrid el espectáculo teatral «Degustación de Titus Andronicus», una original versión de la tragedia gore de Shakespeare, convertida ahora en toda una experiencia sensorial gracias al sabor de la cocina del vasco Andoni Luis Aduriz.

«Es una propuesta muy innovadora, hemos querido seducir al público con el aroma y el placer de la gastronomía, mezclado en una tragedia de tales dimensiones como es ‘Titus Andrónicus'», ha explicado hoy Aduriz, galardonado con dos estrellas Michelin y dueño del restaurante Mugaritz.

La función, que se podrá ver desde hoy hasta el 19 de diciembre en los Teatros del Canal de Madrid, recrea la historia del emperador Tito, el gran general romano que regresa a su tierra victorioso tras una larga batalla con los godos en el norte, y, a partir de ahí, se desata una espiral de violencia y barbarie inusitada.

La Fura dels Baus lleva a escena, con un estilo muy provocador, este montaje en el que introducen el único sentido que no había tocado antes, el del gusto, para convertir así el teatro en un suculento banquete. Basada en la obra más sangrienta de Shakespeare, «Degustación de Titus Andrónicus», con versión de Salvador Oliva, traslada al público a la época del Imperio Romano, en un viaje lleno de sabores y experiencias únicas.

En la función, la cuarta pared desaparece por completo: los actores se mueven en todo momento entre los espectadores, quienes asisten a la representación de pie, rodeados por cuatro grandes pantallas de proyección. «Con ‘Degustación de Titus Andrónicus’ hemos dado un paso más; es un híbrido entre nuestro lenguaje de los años 80 y una evolución, pues hemos pasado del grito a la palabra. Además, la obra nos abría una puerta a la gastronomía», ha añadido el director artístico de La Fura dels Baus, Pep Gatell.

Para la preparación de la degustación, la compañía ha contado con la colaboración del que está considerado el quinto mejor cocinero del mundo, Andoni Luis Aduriz, encargado de la supervisión gastronómica.

«Pensamos que la gente, acostumbrada a que les tiráramos pulmones, corazones e hígados, no se atrevería a comer lo que les preparáramos, así que nos dimos cuenta de que necesitábamos un buen cocinero, con un buen currículum, y qué mejor que Aduriz para ello», ha bromeado Gatell.

«Cuando La Fura nos propuso hacer este proyecto, lo tomamos como un reto, nos pareció una idea muy innovadora y era imposible decir que no», ha confesado Aduriz. Dirigidos por el vasco, dos cocineros serán los encargados de llenar el teatro de texturas, olores y sabores con recetas recuperadas de la época romana, como el gárum, una salsa muy especiada hecha a base de pescado macerado al sol, que servía para aliñar las comidas.

Además, servirán un plato cocinado a partir de la supuesta carne humana de uno de los protagonistas para ese ágape caníbal que da por finalizado el espectáculo. «Será un menú sorpresa, la gente va a creer estar comiendo algo muy parecido a un romano de verdad, incluso la comida tendrá los tatuajes del protagonista», ha adelantado el chef.

Este suculento manjar podrá ser degustado por 28 asistentes a cada función, que serán elegidos previamente por sorteo en la página www.furatitus.com. «Será un concurso que la gente tendrá que pasar, y los ganadores recibirán una lanza que tendrán que entregar para acceder al convite», ha apuntado Gatell.

En sus más de 30 años de experiencia, este grupo de teatro se ha caracterizado siempre por tener un estilo y una estética sorprendentemente originales. «Siempre hemos tenido mucha curiosidad, no sólo por el teatro, sino por todo lo que le rodea. Hemos intentado evolucionar y traspasar todas las fronteras establecidas», ha reconocido Gatell.

«Fura dels Baus han representado algo esencial en el teatro contemporáneo, siempre rompedores, han redescubierto el teatro de una forma distinta a la convencional», ha precisado el dramaturgo y director de los Teatros del Canal, Albert Boadella.