Manuel P. Villatoro | Madrid www.abcdesevilla.es 24/08/2012
La historia de esta unidad ha sido llevada en tres ocasiones al cine desde 2007, y ha sido el tema central de varias novelas y libros.
‘Centurión’, ‘La última legión’ o ‘La legión del águila’. No es extraño que la historia de las conquistas romanas sea aprovechada por Hollywood, sin embargo, lo que si es poco usual es que una leyenda clásica haya sido llevada nada menos que en tres ocasiones al cine. Este es el caso de lo sucedido a la IX Hispana, una legión que desapareció misteriosamente sin dejar apenas rastro para los historiadores.
Las legiones fueron durante siglos la unidad de infantería básica del ejército romano. Temidos por sus adversarios, los legionarios –armados con el gladius (espada corta) y el pilum (jabalina)– han pasado a la historia por su disciplina, su aplomo y por las efectivas tácticas que usaban en el campo de batalla, algunas tan conocidas como la «formación en tortuga». Estas unidades, formadas por unos 5.000 hombres usualmente, solían actuar como una máquina de destrucción sobre los «bárbaros» y los enemigos de Roma.
El cine nunca se pierde una buena historia, y lo ha dejado claro en estos últimos 5 años en los que la IX ha sido un tema recurrente para los directores, que han hincado sus dientes en la leyenda atribuyendo diferentes destinos a los soldados de la legión. Para unos fue aniquilada, para otros, desapareció tras retirarse con deshonor del campo de batalla, en cambio, muy pocos están seguros de su destino definitivo.
Por ello, este agosto, en el que se celebra el segundo aniversario del estreno de ‘Centurión’ (film protagonizado por Michael Fassbender y que da su versión sobre el final de este ejército) es necesario preguntarse: ¿Cuál es la verdadera historia de los romanos de la IX?
En esta historia, ni siquiera la formación de unidad se haya exenta de misterio. Para Juan José Palao, profesor del Dpto. de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, el nacimiento de la IX no está del todo claro: «Los primeros testimonios de una legión IX parecen situarse en el primer tercio del siglo I a.C.», afirma Palao, aunque, según explica, todo apunta a que el origen más probable de la Hispana sea una legión con este mismo numeral creada por Octavio (futuro emperador Augusto) en el 40-41 a.C.
Otra peculiaridad de esta legión es que pasó por Hispania (España), por lo que recibió el calificativo de «IX Hispana». «Fue conocida en primer lugar como Hispaniensis, y ese sobrenombre se transformó en Hispana» afirma Palao. Sin embargo, algunos autores determinan que «este sobrenombre podría relacionarse también con un reclutamiento de hispanos durante dicha estancia», recuerda el profesor.
Pero lo que de verdad atrae a la industria del cine, en referencia a la IX, es siempre lo mismo: la invasión de Britannia en la que la unidad tomó parte junto con las legiones II Augusta, XIV Gémina y XX Valeria Victrix en el año 43 d.C. Aquí, durante la conquista de esta isla brumosa, comienza el misterio, ya que a partir del año 108 d.C., los romanos no volvieron a hacer ninguna reseña de la Hispana; era como si hubiera desaparecido de repente.
Final «de película»
En este preciso momento es donde toma parte el cine, el cual da diferentes versiones sobre la historia. La más extendida, según películas o libros de ficción, es que la IX Hispana fue arrasada por sorpresa a manos de bárbaros britanos mientras se encontraban en la isla. Esta es una de las visiones más heroicas del final de la unidad, en la que cayó hasta el último hombre en la lucha contra innumerables enemigos.
Según Palao esta hipótesis es «muy antigua y está muy arraigada en la cultura popular e, incluso, en una parte del mundo académico». «Su base es la existencia de importantes conflictos en Britannia (…) y la llegada de la legión VI Victrix, que habría llenado el hueco dejado por la desaparición de la IX» destaca. «La combinación de ambos elementos dio como resultado la citada teoría de la destrucción de la legión en los enfrentamientos que tuvieron lugar en Britannia en torno al año 118 d.C.» sentencia el profesor.
Los máximos defensores de esta teoría, según Palao, son el historiador Ian Richmond y Rosemary Sutcliff. Esta autora de novela juvenil publicó ‘El águila de la IX legión’, en la que explica como la unidad fue derrotada en Britannia y le fue arrebatada una de sus insignias: un águila que un joven tratará de recuperar haciendo frente a los bárbaros.
En términos de Palao, «Sutcliff también situaba la desaparición de la IX legión en el transcurso del enfrentamiento contra las tribus caledonias del norte en el año 117 d.C.». Esta idea, fue recogida exactamente igual cuando se hizo una adaptación al cine de la novela, lo que ha hecho que sea la versión mas conocida, aunque, no por ello, necesariamente la única.
Pero Sutcliff no sólo creó un libro, sino que dio forma a una nueva leyenda: la de la pérdida de la insignia de la IX. Para ello, se basó en el hallazgo que se hizo hace algunos años de una pequeña estatua con forma de águila en Silchester (Reino Unido). Pero, para Palao, estos datos tienen muy poca credibilidad histórica: «No hay ninguna base arqueológica ni histórica para relacionar ambos elementos, incluso la iconografía no se corresponde con lo que fueron las águilas legionarias (con alas desplegadas y la cabeza girada hacia un lado)».
Otras posibilidades
Estos no son los únicos destinos que pudo haber sufrido la IX legión:
1-Otro final pudo ser la destrucción de la unidad en Judea, lugar en el que se había sucedido una revuelta en época de Adriano. «Algunos investigadores lanzaron la hipótesis de que la legión habría sido destruida en el transcurso de esta guerra, aunque no hay ninguna prueba» determina Palao.
2-Por otro lado, se dio a conocer hace algún tiempo la posibilidad de que la IX hubiera sido aniquilada por tropas partas en el 161 d.C. «Algunos investigadores apuntaron la posibilidad de que la legión desapareciese en Armenia en el transcurso de las guerras partas en la época de Marco Aurelio» afirma Palao.
3-Finalmente, también existe la posibilidad de que Roma, altiva y acostumbrada a las victorias, no quisiera dejar constancia de la IX debido a que hubiera sufrido alguna derrota marcada, o porque sus legionarios hubieran cometido algún acto deshonroso, como huir del campo de batalla.
Una conclusión incierta
La historia parece haberse ocupado de esconder todo dato que permita dar una respuesta segura del final de la IX. «Lo que sí es cierto es que la legión debió desaparecer entre el reinado de Adriano y el de Marco Aurelio, período en el que se sitúa una conocida inscripción fechada en el año 162 en la que se recogen las legiones del Imperio y en la que no figura la legión IX Hispana» explica Palao.
En cuanto a las circunstancias de esa desaparición, el profesor lo tiene claro: «Prefiero optar por la prudencia» sentencia. «Lo que sí parece probable es que se tratase de una desaparición traumática ¿una derrota que conllevó unas pérdidas de efectivos tan cuantiosas que provocaron su desaparición o la refundición de los efectivos supervivientes con otra unidad?, ¿un episodio deshonroso que provocó que el emperador la disolviese?». En cualquier caso existen muchas posibilidades, y sólo tenemos una cosa clara: lo que pasó exactamente es casi imposible de determinar y, a día de hoy, sigue siendo un misterio.
Seis preguntas a Juan José Palao
-¿Qué pudo haber pasado para que Roma quisiera «olvidarse» y no dejar testimonio de esta legión?
La desaparición de una legión de las fuentes oficiales no resulta inaudita en la historia de Roma. Es plausible una desaparición motivada por una derrota que supuso su aniquilamiento total o bien el traslado de parte de sus efectivos a otra legión que conservó su nombre. Igualmente, cabe la posibilidad de que la legión se comportase de forma poco honrosa y fuesen las propias autoridades romanas quienes ordenasen su disolución. En ambos casos, las fuentes no eran proclives a conservar memoria de ese tipo de acontecimientos.
-¿Qué credibilidad da a las películas y libros que cuentan que esta legión un final heroico?
Es lo que yo llamo historia-ficción. A partir de datos históricos, muchas veces incompletos e inconexos, se inventa una historia cuyo objetivo es entretener y no dar respuesta a los problemas históricos.
-¿Qué opina de que la ficción sobre esta unidad se esté llevando al cine cada vez con más asiduidad?
A mí me gusta el género péplum. Ahora bien, hay que distinguir entre el entretenimiento y el hecho histórico. He visto las últimas películas sobre la legión y dejando a un lado la alteración o deformación del hecho histórico, me entretienen. Lo que si es cierto es que este tipo de cine siempre supone un aumento del interés por la historia de Roma entre el público en general.
-¿Representan películas como ‘Centurión’ o ‘Gladiador’ la vida de una legión romana con veracidad?
No es posible afirmar eso. En ambas películas el ejército romano ocupa un lugar secundario. En Gladiator, aparece al inicio de la película, en el enfrentamiento contra los germanos, luego desaparece. El caso de Centurión es parecido, pues tras el aniquilamiento de la unidad en los comienzos del film, el ejército como conjunto queda relegado a un segundo plano. Encontramos lo mismo en La legión del águila, pues a los veinte minutos el ejército deja de ser centro de la trama. No obstante, todas ellas tienen una buena puesta en escena en lo relacionado con el atrezo, aunque, como todo, es mejorable.
-¿Qué fallos recurrentes suele ver, como experto en legiones romanas, en las películas que tratan este tema?
En general, las películas más recientes suelen cuidar bastante la puesta en escena en lo que se refiere al uniforme y el armamento, aunque siempre hay excepciones y aspectos que podrían mejorarse. Le recreación del ejército de época imperial resulta más sencilla de llevar a cabo, ya que se conoce mucho mejor el uniforme y el armamento que usaban gracias a la arqueología. En lo que se refiere al tipo de luchas, disponemos de tratados antiguos que describen los distintos tipos de combate, tácticas y estrategias que se desarrollaban en cada época. No obstante, hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos el ritmo que marcan las películas y lo que pretenden conseguir hacen que se sacrifique la veracidad histórica en beneficio de la narración y del interés del espectador.
-¿Tiene el espectador una visión distorsionada de las legiones?
La visión que nosotros tenemos del legionario romano es la del legionario de época imperial que nada, o muy poco, tiene que ver con el de la etapa republicana. Si comparamos un legionario del siglo II a. C. con un legionario del siglo II d. C. nos daríamos cuenta realmente de lo alejados que estaban el uno del otro.
FUENTE: http://www.abcdesevilla.es/20120824/archivo/abci-legion-misterio-201208211905.html