Barcelona | EUROPA PRESS www.lavanguardia.com 14/01/2014
Intelectuales y profesores catalanes han urgido este martes a recuperar la lectura de los clásicos en escuelas e institutos, y a fomentar las Humanidades en los currículos escolares y universitarios, propuestas que han plasmado en el manifiesto Unas Humanidades con futuro, suscrito por 400 eruditos que entregarán este jueves a la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, y al secretario de Universidades e Investigación, Antoni Castellà.
Así lo han expresado en rueda de prensa en el Institut d'Estudis Catalans (IEC) el presidente de la institución, Joandomènec Ros; el decano de la Facultad de Teología de Catalunya, Armand Puig; la filosofa Victòria Camps, y el físico David Jou, algunos de los impulsores del texto, el cual rehuye la "lamentación" y plantea cuatro propuestas generales y consensuadas para mejorar la situación actual de las Humanidades en la enseñanza con el fin de evitar el empobrecimiento del pensamiento y de la ética en la sociedad.
El manifiesto, que empezó a gestarse en 2011, llega por "la intensa preocupación" para que las Humanidades mantengan la centralidad cultural que necesitan, puesto que son la espina dorsal de la cultura europea y la base de la civilización mundial, y ante la reducción de su atención, que se agravará con la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, han alertado.
"Queremos que la sociedad entienda que nos afecta a todos porque nos jugamos nuestra forma de ser", ha alertado Puig, y Camps ha dicho que se tiene que aprender a disfrutar de actividades –la lectura, ir a un museo, asistir a un concierto– que no son experiencias y aventuras inmediatas, sino que requieren un esfuerzo y la capacidad de ser espectador y de comprender una obra de arte.
La profesora de Filosofía ha apuntado que el deterioro del aprendizaje de las Humanidades se debe a su aparente inutilidad, puesto que la sociedad actual tiene un sentido "muy economicista" de la utilidad, y también porque los docentes no se han sabido adaptar a las nuevas formas para conectar con la gente.
Así, ha defendido la utilidad de la Filosofía y las Humanidades, que dan una mayor amplitud de la mente a las personas, posibilitan saber plantear problemas, conceptualizar y expresar matices, y ser capaces de argumentar bien: "Para ser un buen poeta es necesario tener la cabeza llena de endecasílabos", ha dicho Camps citando al poeta Jaime Gil de Biedma para ilustrar que es necesario leer mucha poesía para escribir buenos versos.
Entre las propuestas que han puesto sobre la mesa destacan que los alumnos de Secundaria estudien "la historia sagrada" porque la consideran básica para comprender la significación de la religión en la Filosofía y el Arte, en vez de la introducción de asignaturas de Religión y Ética que separen a los alumnos, como propone Wert.
También se han mostrado partidarios de impulsar el aprendizaje de las lenguas modernas y de las antiguas –griego y latín–, que se deben mantener como materias optativas "pero no residuales", y de establecer un canon abierto de autores y obras que resuman el conocimiento humanístico que todo el mundo debería asimilar.
En relación a la universidad, estos intelectuales creen que se debe combinar la especialización con la consideración global de los saberes, y se deben aupar fórmulas inteligentes que introduzcan las Humanidades en las carreras técnicas y viceversa: "No podemos confinar las Humanidades en 'carreras de letras'", apunta el documento.
Han recalcado la importancia de que la cultura humanística utilice las nuevas tecnologías pero sin abandonar del todo los formatos tradicionales, sino haciendo que sean complementarios, y también han defendido que estos conocimientos impregnen los medios de comunicación para que sean comprendidos como un "factor de humanización, de responsabilidad moral y cívica y de crecimiento del espíritu humano".