Con texto de Silvia Zarco y la dirección de Eva Romero, la obra se representará del 21 al 25 de agosto en la edición 70 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, bajo la producción de Maribel Mesón. 38 personas forman la compañía, con una participación del 84% de artistas, creadores y profesionales extremeños
Pedro Fernández www.guarena.hoy.es 12/06/2024
Quedan dos semanas para que arranque la edición 70 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Ayer por la mañana la compañía de la obra ‘Ifigenia‘, con textos de Silvia Zarco, bajo la dirección de Eva Romero, la productora Maribel Mesón, y los actores, tuvieron contacto con los medios informativos en un desayuno organizado en el hotel restaurante ‘El Turuñuelo‘.
La compañía de ‘Ifigenia‘ está compuesta de 38 personas, quizás más, con una participación del 84% de artistas, creadores y profesionales extremeños, que comenzará los ensayos dentro de una semana en Guareña bajo la dirección Eva Romero, que representará la obra del 21 al 25 de agosto en la arena del teatro romano emeritense.
Silvia Zarzo concibió esta obra con su amiga Eva Romero el año pasado, en Medellín, «queríamos presentar un proyecto luchando por las mujeres, dándoles voz a esas mujeres que no la tuvieron».
Ella es docente en el instituto ‘Siberia Extremeña‘ de Talarrubias, donde imparte clases de griego y latín, tiene por máxima que «la enseñanza que pasa por el cuerpo es la que queda», frase que aplica a sus alumnos, «la suerte que tenemos los autores de textos dramáticos es que al final nuestras palabras se encarnan, ven luego esa explosión de todos los sentidos en el cuerpo de los actores y actrices, y al final, es una enseñanza, primeramente para el que la padece, en el sentido del padecimiento que tenían los griegos positivo y negativo de experimentación, y en segunda instancia del que la percibe, no es lo mismo que leer una novela, el teatro busca cuerpo, tiene necesidad de cuerpo la palabra teatral, y eso hace que el actor y en extensión pueda transmitirla al público, me parece un lujo para el autor de teatro», explicó para HOY.
Momento de la entrevista de HOY a Silvia Zarco. CEDIDA
Escuela cívica
Zarco tiene por debilidad la tragedia y considera que hay mucho por defender en la vida que la tragedia plantea como problema social. Cuenta que la tragedia era una escuela cívica «en una civilización donde no había enseñanza pública, los ciudadanos iban a ver la tragedia y el estado tenía un fondo que se llamaba teórico para pagar el teatro a la gente que no podía costear su entrada». Añade que se trataban todos los motivos y todos los problemas éticos que afectaban a la polis, a la ciudad… «era una terapia colectiva porque con la tragedia griega se buscaba el reconocimiento de la culpa del actor y después del espectador, obviamente, para que se llegara al reconocimiento», «es un viajar al alma para conocer el error y ser mejores, para que esos ciudadanos que iban al teatro a sentarse a la grada, salieran mejor personas; era una escuela cívica donde no había enseñanza pública», y eso para Silvia debe seguir siendo la tragedia hoy en día, reconocer el error trágico, y en este caso, ‘Ifigenia‘ viaja hasta la guerra de Troya porque allí, dice, se documenta el error trágico que hizo que nuestra especie «se convirtiese en violenta y sancionase la violencia como modo de imperialismo de tierras y de cuerpos hacia la mujer, y es muy interesante, y eso es un documento que tenemos histórico», revela la autora de esta obra que será estrenada el 21 de agosto en Mérida.
También refiere al dramaturgo Ignacio Amestoy, cuando éste dice que «no se le da a la literatura dramática la importancia que tiene como crónica fiel de la historia»; es decir, los textos dramáticos, la literatura teatral realmente, y más la griega, «una serie de hechos históricos que no se han tenido en cuenta y que condicionan el papel de la mujer occidental en nuestros días, de ahí viene todo, de ese documento histórico que encontramos en las tragedias griegas que pasa al derecho griego, de éste al derecho romano, y de éste al derecho de la situación que tiene la mujer occidental hoy en día», lo que hace que sea un documento histórico «muy importante, hemos querido viajar hasta él…, es el kilómetro cero de la violencia contra las niñas y las mujeres», afirma Zarco.
Silvia atendiendo a otros medios informativos. CEDIDA
Águila bicéfala
Pese a que Silvia escribe el texto de la obra ‘Ifigenia‘, una adolescente que podría tener unos 13 o 14 años, según la autora, hay una comunicación muy estrecha entre ella y la directora Eva Romero para mejorar siempre la dramaturgia de la obra, «casi con mirarnos nos entendemos», hay un respeto y un orgullo, la una de la otra…, ambas trabajan como un «águila bicéfala», así define Silvia su relación, «entonces nosotras, desde el kilómetro cero, concebimos la estructura que respetamos ambas y luego yo voy estudiando con el aguijoneo de Eva, tenemos una retroalimentación, yo le voy mandando textos, ella me va diciendo aquí podíamos potenciar…, por esta acción podíamos imitar… que siempre está vivo, pero no solo está vivo después de esta lectura ya oficial con todos los actores y actrices, sino que va a seguir vivo durante el ensayo y yo voy a estar ahí en la retaguardia para todo lo que sea necesario adaptar, cambiar, modificar… por el bien del espectáculo». El trabajo de Silvia como autora del texto de la obra no finaliza cuando acaba de escribirla, no, «el texto va a seguir latiendo y yo con él y toda la compañía». Desconoce cómo trabajan los demás escritores y directores, pero entre el binomio Silvia-Eva, sigue siendo un águila bicéfala que se mantiene sobrevolando el espectáculo continuamente.
Asegura que el teatro transforma, «es una herramienta transformadora de la sociedad, completamente». Tiene desde hace veinte años un grupo de teatro grecolatino juvenil que participan en los festivales juveniles a lo largo de todos los teatros romanos de la península y de Grecia. Acaban de aterrizar del Peloponeso con ‘Las Bacantes‘ y está muy orgullosa de educar en valores con su alumnado de teatro. Cree que los seres humanos tienen la responsabilidad del porvenir, «eso se lo hago saber a mis alumnos y hay que afrontar los conflictos del presente y para eso las instituciones hacen leyes, pero las personas en pequeños lugares, en pequeños espacios, desde el teatro podemos hacer activismo a través del arte; tenemos que lanzar preguntas abiertas que remuevan las conciencias, eso es el teatro para mí, algo que no te da una respuesta, pero tenemos que hacer reflexionar, lanzar preguntas abiertas», dice.
Le cuesta ver que la tragedia tenga algo de humor. Señala que lo que puede tener son momentos de relajación de la tensión, pero no humor.
María Garralón pasando por detrás de Juanjo Artero que habla con la periodista Maribel Lozano. CEDIDA
Palabra clave: luz
Silvia trabaja con mucha sonoridad. Intenta poner palabras claves a lo largo del texto de su obra, en este caso de ‘Ifigenia‘, para hacer una prosodia, «que es como una musicalidad dentro de la prosa para que, sin hacer poesía, haya un ritmo latente que nos vaya llevando, que nos vaya haciendo volar», pero cree que hay una palabra sin duda que está arriba de todo, que es muy esperanzadora y que se dice al final, esa palabra es «luz». Asegura que esta palabra es clave en ‘Ifigenia‘. Al final la madre, Clitemnestra, le dice a su hija Ifigenia: «la luz es nuestra»; «porque hemos conseguido que esas mujeres salgan a la luz de esa cueva que han estado a lo largo de la historia», según justifica Silvia Zarco. Asevera que si algo permite el teatro «es romper la historicidad», darle un poco de lengua escrita a esos personajes que no la tuvieron, a esos personajes que en su época no tuvieron y, ahora, «el teatro permite romper la barrera de la historia y darles vida». «Vamos a ver vivos a personajes que vivieron hace 2.500 años y diciendo cosas que a lo mejor no pudieron decir, esta es la maravilla del teatro». Y al final, dice Silvia, esta obra termina diciéndole una madre a una hija, que es el porvenir: «hija, la luz es nuestra».
Foto de familia de la compañía ‘Ifigenia’ con concejales del Ayuntamiento de Guareña. CEDIDA
Eva Romero
La directora de ‘Ifigenia‘, Eva Romero, señala que esta obra es la tragedia de las mujeres por el hecho de serlo. «Es una azada de palabras con la que retiramos la tierra para arrojar luz sobre las protagonistas de la tragedia griega, sepultadas por el silencio y la violencia ejercida contra ellas desde el origen de nuestra civilización». Prosigue Romero que, primero, «las desenterramos y sobre esa tierra retirada sembramos el mundo nuevo, que traemos en nuestros corazones».
La Tríada Zarco-Romero-Mesón (autora del texto, directora y productora, respectivamente) se mantiene fiel en su objetivo de «rescatar la tragedia griega original, en fondo y forma, como sello de identidad», como ya hicieron en la 67 edición del festival de Mérida con ‘Las Suplicantes‘, ‘Ifigenia‘ «es una obra de nueva creación, elaborada a fuego lento a partir de una trilogía de textos clásicos», dice Eva.
Agradecimientos
La productora Maribel Mesón, agradece al Ayuntamiento de Guareña por la cesión del espacio para desarrollar los ensayos, y la participación de la escuela municipal de teatro de Guareña, y de su directora Eva Romero. Añade especial agradecimiento a la empresa privada local, que «crea sinergias y colabora en el desarrollo artístico de las artes en vivo». Y su agradecimiento a los vecinos de Guareña, amigos y familia que, «con su apoyo, cariño y palabras de ánimo, dan sentido a este apasionante trabajo». De igual forma, agradece a todos y a cada uno de los participantes de Ifigenia «por confiar en nosotras». Espera que el pueblo de Guareña se vuelque con la obra y tenga presencia en las gradas del teatro romano de Mérida cuando se represente ‘Ifigenia‘ del 21 al 25 de agosto.
FUENTE: www.guarena.hoy.es