Antonio G. Amador 20/04/2020
Homo sanus nonaginta vel etiam centum annos vivere potest…
…ducentos annos vivere nemo potest
Releyendo el capítulo XIII de su ‘Familia Romana’, caigo en la cuenta de que mañana, 21 de abril de 2020, Hans Orberg cumpliría cien años, si no hubiera sido porque el anciano profesor danés, tal y como ya había insinuado en su libro, fallecería a punto de cumplir los 90 (el 17 de febrero de 2010), como sin duda correspondía a un hombre sano.
Tuve noticia de Orberg por primera vez a finales del curso 2003/04 cuando, en colaboración con mi buen amigo Emilio Canales, se nos ocurrió la idea de adaptar la metodología inductiva-contextual a las aulas españolas y editar las primeras guías didácticas para alumnos y profesores. Tan solo un año más tarde, en abril de 2005, con motivo de la celebración de las I Jornadas de Cultura Clásica.com, Antonio Cantudo, amigo desde la época universitaria y miembro como nosotros de la directiva de la Asociación, tuvo la genial idea de que lo invitáramos a venir a Almuñécar para que presentara su obra ante más de un centenar de profesores interesados.
Allí, junto a nosotros, lo estaban esperando Juan Cienfuegos, Carmen Belmonte y Laureano Plaza, nuestros amigos de la AALG, Cristóbal Macías, Director del Dpto. de Latín de la Universidad de Málaga, Pepe Maestre, Director del Dpto. de Lenguas Clásicas de la Universidad de Cádiz y Presidente de la sección andaluza de la SEEC, Francisco Vera Bustamante, en representación de la SELat, nuestro añorado Juanvi Santa Isabel, acompañado de Charo Marco, Amparo Moreno, Enrique Martínez Cossent, Conxa Pont y Germán González, integrantes de la Asociación ‘Ludere et Discere’, Carlos M. Aguirre, que más tarde fundaría la Academia Classics at Home, y tantos otros amigos que acudieron aquella primavera a Almuñécar sin saber que constituirían el germen del cambio metodológico que se iba a producir en nuestro país a lo largo de la siguiente década.
Tras la magnífica acogida de su primera intervención, Orberg pasó con nosotros una semana, primero invitado por la Universidad de Granada, luego por la de Cádiz y, finalmente, por la de Málaga, demostrando que, a sus 85 años de edad, no había perdido ni un ápice de la fuerza e ilusión con la que empezó a escribir la primera versión de su obra, Lingua Latina secundum naturae rationem explicata, que publicó en 1954 tras diez años de trabajo, y que fue perfeccionando hasta llegar a su redacción definitiva, Lingua Latina per se illustrata, en 1990, y que no paró de ampliar con nuevos materiales hasta unos días antes de su muerte.
A partir de la venida de Orberg a España, se sucedieron las charlas, conferencias y cursos a lo largo del país, sumándose año tras año nuevos amigos al proyecto de renovación didáctica: junto a los ya citados, he de mencionar a Santi Campo, el cuarto miembro imprescindible de nuestra Asociación, José Antonio Rojas, Pablo Villaoslada, José Carlos Gª de Paredes, Jema García Rubio, Óscar Ramos, Salvador Bernet, Carlos Cabanillas, Ana Ovando, Llüisa Merino, César Martínez, Mertxu Ovejas, Javier Ortiz, Fernando Blaya, Juan José Castro, Elena Fuentes, Santi Carbonell, Sandra Ramos, Rodrigo Portela, Francisco Solano, Jorge Tárrega, Mª Luisa Aguilar, Mario Díaz, Ana Mayor y tantos otros con los que coincidimos en nuestras Jornadas anuales de Cultura Clásica, en los Colloquia inter Pares y en congresos como el de la ALF en Alcañiz en 2006, los de Vivarium Novum en Nápoles en 2007 y en Szeged en 2008, y en el inolvidable Congreso MONVMENTA VIAEQVE, In honorem et memoriam Iohannis Ørberg, organizado en Roma en 2010 por el profesor Luigi Miraglia, alma mater de la Accademia Vivarium Novum, con quien nos une una inquebrantable amistad desde que vino a nuestro país como invitado de honor a las II Jornadas de Cultura Clásica.com, en la lejana primavera de 2006.
Desde entonces, hemos celebrado quince ediciones de nuestras Jornadas, dos encuentros de innovación didáctica, Novae Viae, y siete cursos de verano de Latín Vivo para profesores y estudiantes, CAELVM, en cuya última convocatoria participaron más de 200 personas interesadas en la docencia y el aprendizaje de la lengua Latina.
Nadie puede vivir doscientos años, nos decía nuestro querido profesor danés en el capítulo titulado ‘Annus et menses’, pero su obra sí. Por eso, estoy seguro de que, cuando ya no quede ninguno de nosotros, dentro de otros cien años, miles de alumnos de todo el mundo seguirán aprendiendo latín con las aventuras de Iulius, Aemilia y su Familia Romana, y los nuevos profesores seguirán leyendo las palabras con las que Orberg nos quería hacer reflexionar en la presentación de su método:
“Si artem legendi docere volumus, non incipiendum est a praeceptis grammaticis atque glossis; haec methodus, ‘deductiva’ quae vocatur, perversa mihi videtur. Incipiendum est ab integris exemplis legendis quibus plane illustrantur formae et leges grammaticae et significatio vocabulorum. Haec methodus, ‘inductiva’ quae dicitur, efficacem se praestitit qua linguae traderentur.
Verum est quod (de alia quidem re) dicit Seneca (Ep. 6.5): 'Longum iter est per praecepta, breve et efficax per exempla'”.
