Las excavaciones en la antigua ciudad de Tenea sacan a la luz una sección del acueducto de Adriano, una de las mayores obras hidráulicas de la región en el siglo II d.C.
David Barreira www.elespanol.com 12/01/2024
Según los textos de autores antiguos como Pausanias o Estrabón, los habitantes de la ciudad griega de Tenea, localizada en el actual municipio de Chiliomodi o Jiliomodi, al sur de Corinto, en la península del Peloponeso, afirmaban que eran troyanos capturados por los griegos de Ténedos durante la guerra mítica a quien Agamenón les entregó ese lugar para establecerse y venerar a Apolo. Allí supuestamente también se crio el joven Edipo, el rey de Tebas que acabaría matando a su padre sin saberlo y casándose con su madre.
El yacimiento está siendo excavado desde el año 2013 por un equipo del Departamento de Antigüedades Prehistóricas y Clásicas del Ministerio de Cultura griego. Los trabajos, liderados por la arqueóloga Elena Korka, han sacado a la luz en la última campaña, terminada el pasado mes de octubre, un tramo del acueducto de Adriano, una de las mayores obras hidráulicas del siglo II d.C. en la Antigua Grecia. La construcción estaba destinada a surtir de agua a la ciudad de Corinto, situada a unos 15 kilómetros al noroeste de Tenea.
En total se ha documentado una sección de 31 metros de longitud del acueducto, construido con una cubierta abovedada de sección semicircular cuya superficie sería visible en la Antigüedad. La estructura cuenta con muros exteriores laterales verticales que alcanzaban los 3,20 metros de altura. En el interior del conducto las paredes se revistieron de mortero.
Los investigadores también han encontrado un singular conjunto de monedas de plata datadas entre finales del siglo VI a.C. y la época de Alejandro Magno, hacia la década de 330 a.C. Las acuñaciones son de «excepcional importancia y rareza arqueológica», según detallan los expertos en un comunicado del Ministerio de Cultura. En total, se trata de 20 estáteros —de Helios, de Egina con una tortuga terrestre en lugar de una tortuga marina, de Estínfalo (Arcadia), Argos y Lócrida Opuntia, de Tebas que representa a Hércules ahogando con sus manos a dos serpientes o acuñadas en Olimpia durante diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos—, 5 dracmas, 3 semidracmas y un dióbolo. Las piezas se han hallado asociadas al figurillas femeninas y jarrones en miniatura que desvelan un carácter ritual de la zona.
Al mismo tiempo, los arqueólogos han identificado vestigios del primer asentamiento humano en Tenea, fechado a finales de la Edad del Bronce (2600-2300 a.C.). En concreto se han documentado varios caminos con viviendas a los lados, herramientas de obsidiana, cerámicas hechas a mano con la que se fabricaron todo tipo de objetos (pithos o vasijas grandes, cántaros, platillos, etcétera), así como cucharas o un peine de hueso. La procedencia de estas piezas indica los contactos del asentamiento con otras regiones de la Antigua Grecia.
Pero los hallazgos de esta campaña no se terminan ahí. Se ha podido identificar un interesante complejo de edificios con una cronología que abarca desde el final de la época arcaica hasta la helenística, con lugares de culto individuales, incluidas tres cisternas extremadamente elaboradas, una de ellas con escala catódica-anódica. También otras dos grandes instalaciones de época romana con numerosas estancias, corredores, hornos y zonas de almacenamiento, posiblemente una zona industrial. En esta zona han salido a la luz monedas de bronce que van del siglo I al VI d.C., acuñadas durante los gobiernos de Nerón, Domiciano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Galieno, Constantino el Grande, Teodosio II o Justiniano II.
Las excavaciones en la zona de la necrópolis del yacimiento han documentado cuatro enterramientos de época arcaica ricamente decorados y seis tumbas del periodo romano: datadas entre los siglos III-IV d.C., escondían uno o varios cadáveres, principalmente de niños, y objetos como lámparas, monedas, vasijas de barro y vidrio o alguna joya.
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