Mérida | EFE www.hoy.es 07/11/2011
El historiador y cronista de Mérida José Luis Mosquera ve muchas similitudes entre ambos a pesar de separarles unos 2.000 años de historia.
La colonización romana de Mérida y el Plan Badajoz de Franco tienen muchos puntos en común pese separarles unos 2.000 años de historia, ya que surgieron para contentar a gentes no afines a las autoridades de la época y supusieron una profunda transformación del territorio.
El historiador y cronista oficial de Mérida José Luis Mosquera Müller explicó a Efe que Octavio Augusto (63 a C-14 d C) quiso agradar a una serie de legiones terrestres no afectas a su persona que quedaron íntegras después de la batalla naval de Accio, que enfrentó a este emperador y a Marco Antonio-Cleopatra.
Augusto tuvo «entretenidas» a estas legiones en muchas guerras, como las cántabras y astures, hasta que hubo que jubilarlas y, en ese momento, creó la colonia de Emérita Augusta (25 a C), la actual Mérida, y les dio muchas tierras, pero lejos de la metrópolis para que no fueran un obstáculo, ha insistido. Siglos después, el caudillo Francisco Franco se adelantó a posibles revueltas y ofreció una salida a la gente que se moría de hambre en Extremadura después de la Guerra Civil, braceros y yunteros de la denominada «bolsa de La Serena», una zona que se mantuvo del lado de la República hasta el final del conflicto.
Al margen de estos motivos políticos, el historiador se ha referido a las semejanzas de ambos planes en cuestiones técnicas. Así, la distancia establecida desde los terrenos de cultivo a las zonas colonizadas es en ambos casos similar, 2,5 kilómetros, ya que la escala estaba pensada teniendo en cuenta que había que ir y regresar a ellos andando o con una yunta de bueyes o mulas.
Además, la retícula que marca las parcelas de los pueblos de colonización franquistas funcionaba igual con el Plan Emérita de Octavio Augusto y el modelo de asignación de tierras a los colonos es idéntico en ambos casos, según el cronista.
Por otro lado, las nuevas colonias trajeron un «confort» que no se conocía, ya que ha indicado que los pueblos que surgieron fruto del Plan Badajoz disfrutaron desde el principio de taza de váter o agua corriente, al igual que lusitanos o célticos gozaron de acueductos, edificios para espectáculos y mejoras urbanísticas que no hubieran conocido sin la llegada de los romanos.
Ambos planes modificaron «profundamente» el territorio extremeño, ya que con Augusto se hizo la retícula de los terrenos o vías comunicación, mientras que el plan franquista de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado, ha añadido, creó regadío en zona de secano. En su opinión, estos planes supusieron movimiento de tierra, la generación de infraestructuras y el nacimiento de una «industria» artesana.
El siguiente cambio importante en este territorio, según el historiador, llegó con la concentración parcelaria que acometió el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda) en los años setenta del siglo pasado.
El cronista precisa que los franquistas no quisieron imitar el modelo romano, sino el de la autoridad del valle del río Tennessee, que recorre varios de los estados más pobres de los Estados Unidos.
Mosquera Müller fue once años jefe del Centro de Estudios Agrarios de la Junta de Extremadura, donde están los fondos del Instituto Nacional de Colonización y del Iryda, lo que, unido a su formación arqueológica, le ha permitido hacer esta comparativa.
Este experto no ha dudado en asegurar que si Augusto, el primer emperador romano, hubiera dispuesto de un recurso de propaganda como el Nodo, en el que Franco aparecía entregando las actas de las tierras a los colonos y visitando los nuevos pueblos, lo hubiera utilizado.
FUENTE: http://www.hoy.es/v/20111107/sociedad/hallan-semejanzas-entre-colonizacion-20111107.html