Carlos Gosálbez | Tarragona www.diaridetarragona.com 19/01/2009
En los restos, encontrados en la calle Mallorca, hay cientos de conchas de ostra y restos de hierro de un horno de fundición.
La empresa de arqueología Cota 64 ha localizado restos pertenecientes a distintas épocas, en el curso de una excavación realizada en la calle Mallorca, junto a la Plaça de Toros, por encargo de la Diputació, resultado de la reforma del coso. La mayoría de las estructuras corresponden al período de Tarraco.
Entre los restos de mayor interés, destacan dos paredes de la habitación de una casa de los primeros años del siglo I dC, un horno de fundición para forjar hierro de la misma época, y cientos de restos de ostras que vendrían a confirmar que Tarraco fue una ciudad de primer orden en la producción de este molusco.
El arqueólogo Albert Vilaseca destacó que los colores que se han conservado en la casa son el rojo pompeyano, en la parte superior, y plafones azul turquesa en la inferior, a modo de zócalos. «Se trata de una pintura de inicios del siglo I dC, cuando se produjo el cambio de era».
La hipótesis sobre la que trabaja Vilaseca apunta a que la casa fue abandonada hacia el siglo II, y entre el V y el VI la zona fue ocupada de nuevo, también como espacio de hábitat.