Atenas EFE 29/08/2008
El descubrimiento funerario es de «suma importancia» porque está fuera de la necrópolis real.
Un grupo de arqueólogos griegos ha descubierto una corona de oro dentro de un cántaro fúnebre en un templo del sitio de Vergina, en Egas (Grecia), la primera capital del imperio macedonio de Alejandro Magno.
La Universidad Aristóteles de Salónica ha recordado, en un comunicado, que hace 31 años, en Vergina (región septentrional griega de Pieria) se descubrió una necrópolis y la tumba de Filipo II, padre de Alejandro Magno, del siglo IV a.C, así como múltiples reliquias de 2.500 años de antigüedad.
En esta misma excavación arqueológica se halla el templo de Euclea, madre de Filipo II. El día 26 de agosto, durante unas excavaciones en el ágora (mercado), se encontró un recipiente en forma de cilindro, de cobre oxidado en forma de brújula, que contenía en su interior otro similar, más pequeño, de unos 50 centímetros de alto, hecho de oro y, por consecuencia, intacto.
Lugar sagrado
En el interior de ese pequeño cántaro de oro había, sumergida en agua, una corona de oro en forma de hojas de roble sobre osamentas humanas. La arqueóloga Chrysula Paliadelis, directora de la excavación en Vergina, ha declarado que el descubrimiento funerario es de «suma importancia» porque está ubicado fuera de los límites de la necrópolis real y en un lugar sagrado.
Paliadelis ha añadido que la corona presenta muchas similitudes en cualidades y dimensiones a la encontrada en la tumba real de Filipo II en 1977. Los arqueólogos buscan una explicación sobre la inusual ubicación del hallazgo y especulan con que los restos mortales allí encontrados puedan pertenecer al constructor de la ciudad de la antigüedad.
Los objetos descubiertos han sido trasladados a un recinto con temperatura e iluminación especial para ser limpiados, preservados y estudiados. Los trabajos de excavación de Vergina continuarán en 2009.