Dénia (Alicante) | Europa Press 28/01/2010
El Museo Arqueológico de Dénia (Alicante) ha recibido, en concepto de donación, una importante colección de piezas arqueológicas subacuáticas, relacionadas con las cargas de algunos barcos hundidos de época romana, descubiertas en puntos de la bahía de l’Almadrava y l’Antinar, en la costa del municipio, según informó hoy en un comunicado el Ayuntamiento dianense.
El autor de la donación, Ximo Mas, formó esta colección durante los años setenta y los ochenta del siglo XX. Estos materiales arqueológicos se relacionan con las cargas de algunos barcos hundidos de época romana y fueron localizados entre la Punta Norte que cierra la bahía de l’Almadraba y el río Girona. Se trata, según el autor de la donación, de hallazgos casuales efectuados a lo largo de los años durante el ejercicio de actividades de pesca y esparcimiento.
El Museo Arqueológico procederá en breve a la catalogación de las piezas, así como a confirmar la localización de los puntos de origen de los hallazgos. Las donaciones ofrecen datos relevantes a la rica carta de hallazgos subacuáticos en la costa de Dénia.
Una primera inspección de los objetos, que ya han sido depositados en las dependencias del museo, permite destacar varios fragmentos del tercio superior de ánforas Tripolitania I, una de ellas con un singular sello con cartela ovoidal y letra púnica. Son ánforas provenientes de Tripolitania (Libia), que transportaban aceite desde el norte de África entre el siglo I a. C y I d. C.
Asimismo, se incluye yn fragmento del tercio superior de una ánfora Dressel 30, proveniente de Mauritania Caesarensis (Argelia); varios fragmentos de ánforas africanas y del este del Mediterráneo, del bajo imperio y época romana tardía; dos objetos de plomo; dos escandallos de bella factura: uno en forma de campana y de época romana y el otro macizo, de la baja edad media; una importante pátera o platillo de barniz negro y otro de Campaniana A y cerámicas comunes que reflejan unos contextos de los siglos III y II a. C.
Estas piezas constatan el papel de la bahía de l’Almadrava como «punto de anclaje» durante los siglos de la cultura ibérica, donde se abastecerían de vajilla de mesa y cocina, de aceite y de vino, entre otros, el poblado de altura fortificado emplazado en la cima de la Sierra de Segaria.