Olga López / Mérida 24/10/2005 www.hoy.es
Hasta el momento han participado 2.700 alumnos y existe lista de espera.
Olga López / Mérida 24/10/2005 www.hoy.es
Hasta el momento han participado 2.700 alumnos y existe lista de espera.
Los responsables del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) han decidido estudiar la posibilidad de ampliar al próximo trimestre la campaña sobre el agua que desarrolla para escolares de la ciudad ante la abrumadora demanda de plazas.
Este programa está indicado para alumnos con edades comprendidas entre los tres y los diez años. Nace con el objetivo de enseñarles la enorme importancia del agua, especialmente en una civilización como la romana. «Se trata de enseñar a los niños, cómo los romanos cuidaban y respetaban el agua, a pesar de tratarse de algo que se produjo hace más de 2.000 años.», explica Pilar Aldeanueva, del departamento de Educación.
En total, esta campaña del MNAR ha llegado ya a un total de 2.700 niños y aún hay colegios en lista de espera.
Gran patrimonio
Para Aldeanueva, esta experiencia es gratificante por varios motivos. En primer lugar, porque vivir en Mérida supone tener la suerte de ver desde cerca toda una serie de conducciones hidráulicas muy importantes.
Por eso, según la responsable de Educación, «nos es muy fácil llevar a cabo las visitas; además, contamos con un gran apoyo didáctico, que es el material con el que trabajamos».
Estos materiales van en función de las edades de los alumnos, ya que la forma de explicar esta particular ‘lección’ no puede ser la misma para niños de tres años que para los de diez.
Los más pequeños aprenden más bien jugando. Dada la dificultad de que mantengan la atención durante un espacio prolongado de tiempo, los responsables de la campaña han pensado que la mejor forma de hacerles llegar la información es a través de soportes audiovisuales.
De esta forma, se utilizan vídeos informativos, pero siempre aprovechando un lugar, dentro del Museo, en donde se encuentre alguna pieza relacionada directamente con el mundo del agua en la época romana.
Otro de los métodos utilizados para las visitas de los más pequeños consiste en que una persona actúe como guía y reciba a los escolares a la puerta del Museo con un atuendo un tanto especial.
Va vestida de romana, lo que supone para los más pequeños una imagen divertida que les hace zambullirse en una cultura que les rodea cada día, pero que muchos desconocen a estas edades tan prematuras. «La guía, además de ir disfrazada de romana, habla todo el tiempo en primera persona», explica la responsable del equipo.
Su personaje se llama Claudia. Una mujer que, junto a su familia, se encontró con dificultades en la ciudad al carecer de una conducción adecuada para el agua, de forma que solicitó al emperador un acueducto. Una historia divertida a la par que educativa, diseñada para niños en edad infantil.
«Lo que intentamos conseguir ante todo es hacer del Museo un lugar familiar», comenta Aldeanueva. «Con estas visitas, los niños tan pequeños comienzan a ver el Museo como algo que no es un santuario, de forma que se familiarizan con este espacio».
El público infantil ha sorprendido gratamente a la responsable de la campaña. Asegura que al acabar la visitas muchos son los niños que se acercan comentando lo bien que lo han pasado y lo corta que ha sido la estancia en el Museo. «Se portan de maravilla. Es un público maravilloso y nos encanta trabajar con ellos».
Seguimiento en el aula
Los grupos de escolares que participarán hasta el próximo 18 de noviembre en estas jornada educativas continúan aprendiendo fuera de los muros de Museo.
Para ello, el equipo de la campaña, formado por seis personas y liderado por Aldeanueva, reparte a los docentes todo el material necesario para continuar con el aprendizaje en el colegio.