X. M. Del Caño | Ourense www.farodevigo.es 11/07/2011
La concejalía que dirigía la nacionalista Ana Garza no fue capaz de cerrar un acuerdo con un particular para adquirir el sótano del inmueble, por lo que permanece enterrado el 80% del balneario romano de As Burgas.
El mayor templo dedicado al dios Reve del noroeste peninsular, del siglo I después de Cristo, continúa durmiendo bajo la Casa dos Fornos. La Concejalía que dirigía la nacionalista Ana Garza fue incapaz de cerrar un acuerdo con un particular, para adquirir el sótano del inmueble, por lo que permanece enterrado el 80% del balneario romano de As Burgas.
El Concello de Ourense se apresuró a desarrollar las infraestructuras prescindibles, como la creación de una piscina urbana en la parte trasera de las Burgas, algo que los arqueólogos y especialistas como Juan Carlos Rivas consideran «un disparate», al contemplar como «una frivolidad» que se puedan mezclar los contados bañistas que acuden a la zona, con las personas que desean acercarse a los vestigios más antiguos de la historia de la ciudad, dado que el aprovechamiento termal tenía origen prerromano. Y lo verdaderamente esencial, como la finalización de las excavaciones arqueológicas que dirige Celso Rodríguez Cao, acumula un retraso de casi dos años, por el déficit de gestión del departamento de termalismo del Concello de Ourense, que debe culminar el proceso, mediante acuerdo con los propietarios del bajo o recurriendo al mecanismo de la urgente ocupación. En caso contrario, si la desidia del grupo de gobierno municipal continúa campando por sus anchas, podría peligrar la viabilidad del proyecto de César Portela, que contempla la construcción de un Centro de Interpretación Histórico y la apertura de un bulevar.
El proyecto de excavación que permanece postergado es tan apasionante, que el arqueólogo que dirige los trabajos, Celso Rodríguez Cao, está convencido de que en la planta baja del edificio y de una terraza se encuentra el 80% del balneario romano del siglo I después de Cristo y más aras dedicadas al dios indígena Reve –asimilado por los romanos–, que se unirán a las cinco encontradas en las prospecciones realizadas hasta ahora, todas con inscripciones de la misma deidad, salvo la de Calpurnia Abana, la primera dama romana que dejó su nombre esculpido en piedra, como ofrenda a las ninfas de As Burgas, en agradecimiento a los favores recibidos. También espera hallar cerámica, vidrio, monedas, utensilios y otros objetos de época romana.
La importancia de las cinco aras descubiertas en As Burgas es que todas ellas se hallaron en un «contexto arqueológico», dentro del balneario, en el que los habientes de la ciudad le rendían culto al dios Reve en el siglo I después de Cristo. En otras zonas del sur de Galicia y del norte de Portugal aparecieron aras a la misma deidad, pero reaprovechadas en diversas construcciones, fuera del lugar originario.
Las excavaciones permitirán poner el descubierto el 80% de la piscina romana, con las gradas, pertenecientes a un balneario minero-medicinal del siglo I, que constituye «un gran hallazgo, tanto por su arquitectura como por la escombrera que tiene a su alrededor», reconoce Celso Rodríguez Cao, que espera que la estructura se encuentre «bastante bien», por estar a un nivel inferior a los cimientos de la casa. Y también espera que se ponga al descubierto «la captación originaria del agua termal».
El balneario romano del siglo I se encuentra en el bajo de la casa que pretende comprar el Concello de Ourense y en la parte inferior de la terraza de una antigua panadería, que intenta meter «en el mismo lote». Los propietarios continuarán viviendo en la parte superior, tal como acordaron en la primera tanda de negociaciones.
Las excavaciones pondrán al descubierto, además, la cara oculta de la fuente de la Burga de Arriba, que fue «inutilizada». Está orientada hacia el burgo medieval. Según las indagaciones de Rodríguez Cao, se encuentra en «perfecto estado».