Santander www.eldiarioalerta.com 07/09/2010
Miles de personas asisten a la jornada más intensa en cuanto a actividades lúdicas e históricas en Los Corrales de Buelna.
La jornada empezó ya madrugadora: en los primeros minutos del día tuvieron lugar las maniobras militares en el campamento. Al mediodía, le tocó el turno a la gastronomía: se celebraron el VIII Certamen de Pócimas y Brebajes sin Alcohol y la Gustatio y Viandas, en la Avenida Cantabria, junto a la Saturnalis, una comida con la que los romanos celebran su victoria. Tribus y legiones ofrecen a todos los visitantes sus bebidas y comidas particulares, basadas en los gustos y costumbres de cada grupo. Todo ello para que tribus y legiones repongan fuerzas de cara al Gran Desfile General.
También a las doce el Macellum (mercado) abrió sus puertas junto al campamento para ofrecer todo tipo de productos artesanales o de época a los miles de visitantes que, como viene ocurriendo cada año, visitaron Los Corrales de Buelna en la última y también más intensa jornada de las Guerras Cántabras, que en su décima edición se han convertido en una cita ineludible para numerosos cántabros y visitantes. Asimismo, los grupos de recreación histórica llegados de Italia deleitaron al público con sus representaciones bélicas, de la vida cotidiana en el campamento legionario y algunas técnicas de adiestramiento militar.
Desfile general. Ayer, domingo, Día Grande de la Fiesta de Interés Turístico Nacional, tuvo un programa completo de actos, pero el punto álgido de la jornada fue sin duda el Gran Desfile General de Tribus y Legiones. A las seis de la tarde comenzó el gran acontecimiento de la fiesta. Los mejores trajes, armamento, complementos, se guardan para ese día, para disfrute de las miles de personas que se trasladaron a pasar el soleado domingo en Los Corrales de Buelna.
En el desfile, dos mil personas repartidas en 13 tribus cántabras y 13 legiones romanas recorrieron toda la Avenida Cantabria para terminar en el parque del Ayuntamiento corraliego. El desfile terminó en el campamento festero, donde después el historiador Estrabón recordó el final de la batalla, se recreó el cierre del Templo de Jano, como final de la guerra, y Cayo Antistio Vetus leyó la Ley y Pax de Roma.
También, tras tres días de actividad, se cerró -a las diez de la noche- el mercado de época. Las diosas Minerva y Cantabria fueron las encargadas de apagar el Fuego Sagrado, como final de la décima edición de las Guerras Cántabras, que se despiden de Los Corrales hasta el próximo año tras una semana en la que la localidad se traslada a los tiempos del Imperio.