Ramón Comorera | Barcelona www.elperiodico.com 05/02/2012
Un vial cubrirá 300 m2 de muros hallados junto al nuevo puente del Treball Digne. ICV pide a Trias que explique el trabajo realizado al norte del yacimiento y su valor.
Los romanos que colonizaron, extramuros de Barcino, el corredor de La Sagrera así como los ocupantes de sus vestigios y de su entorno a lo largo de los siglos siguen cruzándose en el camino del tren del futuro. Pero las obras de este les continúan acosando hasta borrarlos del mapa. La villa encontrada el pasado verano junto al antiguo puente del Treball.
Digne, documentada y luego destruida por un vial de acceso a la estación del AVE, no solo debería seguir hacia el sur y el oeste, como prevén los arqueólogos y pueden confirmar futuras excavaciones, sino que podría hacerlo también hacia el norte. Las obras del vial han destapado ahora, y cubrirán pronto con rapidez, otra zona de muros que, a falta de confirmación oficial, pertenecerían al gran complejo. El hallazgo no había sido revelado, igual que ocurrió durante dos meses con el primer descubrimiento, y el grupo de ICV-EUiA presentó el viernes dos preguntas para que el alcalde Xavier Trias informe de ello.
Estos nuevos vestigios se encuentran en el lado de la Verneda del recién abierto puente provisional del Treball Digne. Este se ha construido a 100 metros del antiguo y ya se ha empezado a derribar para dar paso a la estructura de la futura macroterminal de alta velocidad y Rodalies. La zona la han estudiada en las últimas semanas un equipo de unos 15 arqueólogos y auxiliares de la empresa especializada Codex que se reparte, con la homóloga Antequem, las numerosas excavaciones hechas o en curso en los más de cuatro kilómetros en obras desde el puente de Bac de Roda hasta el nudo de la Trinitat. El espacio tiene unos 300 metros cuadrados, superficie que cabría sumar a los 1.100 iniciales de la villa.
CONSERVACIÓN DESCARTADA
Se trata de una extensión considerable que podría aumentar y que llevó a expertos independientes consultados en septiembre, en pleno debate por la que al final resultó una frustrada conservación, a calificarla de «señora villa». A mediados de ese mes, el ayuntamiento y la Generalitat, institución esta última que es la máxima autoridad en la gestión del patrimonio histórico y arqueológico, decidieron no preservar in situ los restos por «tener valor documental pero no patrimonial» a causa de los pocos elementos de valor encontrados y del mal estado general, afirmaron.
La pieza más destacada, un mosaico de 30 metros cuadrados que podría llegar hasta los 50 cuando se excave de nuevo en la zona contigua una vez acabado el derribo del puente, se trasladó a los talleres de restauración municipal de la Zona Franca. La intención es devolverlo al barrio en el futuro para exhibirlo en un emplazamiento todavía por decidir.
La concejala Elsa Blasco, responsable de urbanismo de la oposición ecosocialista, ha apelado a la nueva política de mayor transparencia y divulgación del patrimonio y las actuaciones arqueológicas anunciada por el teniente de alcalde Jaume Ciurana después del fiasco informativo del verano en la villa romana.
En el texto presentado ante el gobierno de CiU, que tiene hasta un mes para responderlo por escrito, Blasco pregunta «qué trabajos y estudios se están realizando en los nuevos hallazgos y qué valoración hace de ellos el Museu d’Història de Barcelona». Con la reorganización municipal prevista, el servicio de Arqueología pasará del museo al Instituto de Cultura de Barcelona.