Miguel Núñez | Ser Historia www.cadenaser.com 02/10/2011
Como siempre en las historias que con el tiempo se recuerdan, Numancia era David frente a un Goliat formado por más de 25.000 romanos que asediaban sin descanso la ciudad.
El ataque a la ciudad duró varios años y se mantuvo hasta el año 134 a.C. La proporción entre asediantes y asediados era claramente desfavorable para los habitantes de la ciudad. Se calcula que el ejército romano casi triplicaba la población asediada, que se calcula era de unos 8.000 a unos 10.000 hombres.
Históricamente los numantinos intentaron pedir ayuda y auxilio a la tribu vecina de los arevacos, aunque no tuvieron mucho éxito en su intento. Y es considerado este, uno de los episodios más destacados de la presencia y conquista romana en la Península Ibérica.
Varios son los escritores e historiadores que han destacado el tesón de aquellos numantinos en su resistencia sin medios a el ejército enviado desde roma. El historiador Floro considera que a pesar de que Numancia fuese siempre una ciudad inferior comparada con Corintio, Cartado o Capua, era perfectamente equiparable a ellas en fama y valor. Es considerada también como una batalla de admiración ya que los celtíberos tenían un sentido especial para la notición de libertad y su propio orgullo.
En la actualidad, se conservan algunos restos arquitectónicos de lo que fueron las construcciones y vías de esta ciudad romana, que se sitúan en un altozano a unos kilómetros de la ciudad de Soria, y que se encontraron en el año 1860.