Tarragona | EFE 27/08/2008
El ayuntamiento de Tarragona iniciará a finales de año los trabajos de restauración para recuperar las bóvedas originales del anfiteatro romano, construido a principios del siglo II dC y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta actuación se enmarca en la segunda fase de restauración del anfiteatro, un monumento que completa la trilogía de edificios de espectáculos (teatro, circo y anfiteatro) distintivos de una ciudad romana de primer nivel, capital de una de las provincias imperiales.
Según ha explicado en rueda de prensa la teniente de alcalde de Patrimonio del Ayuntamiento de Tarragona, Rosa Rossell, los trabajos arqueológicos supondrán una inversión de unos 145.000 euros, de los que 100.000 los aportará el Ministerio de Cultura.
La actuación, que tiene una duración prevista de tres meses, se iniciará a finales de este año o a principios del próximo, una vez concluya el proyecto ejecutivo y se liciten las obras.
La zona donde se actuará es la parte inferior de las bóvedas de cañón de la grada, la parte «más antigua» que se conserva del anfiteatro y cuyo estado de salud es «delicado», tal y como ha reconocido el arqueólogo municipal, Joan Menchón.
Las gradas del anfiteatro, un edificio de planta elíptica de 130 por 102 metros que describe un área central (arena) donde se desarrollaban los juegos, se construyeron recortando la roca en el lado norte y apoyándolas sobre bóvedas en el resto del edificio.
Cuando concluya el proceso de restauración y de consolidación estructural de estas bóvedas de cañón, que dan al mar, «se abrirá la posibilidad de acceder a la arena desde su interior» y de entrar en el anfiteatro desde la costa, ha destacado el arquitecto responsable de la actuación, Miquel Balcells.