Cristina Fanjul | León www.diariodeleon.es 02/03/2011

Un grupo de investigadores localiza por fotografía aérea un fuerte de campaña de entre el 29 y el 19 a.C.

Lo han publicado en la revista Argutorio. Un equipo de investigadores madrileños y asturianos -”Andrés Menéndez Blanco, David González Álvarez, Jesús Ignacio Jiménez Chaparro y Valentín Álvarez Martínez-” ha desvelado que Huerga de Frailes esconde un campamento militar romano. El fuerte está enclavado en la cuenca del río Órbigo, en la orilla izquierda del río, en una zona de cultivos próxima a la localidad de Huerga de Frailes.

Los autores del artículo precisan que a través de la fotografía aérea se observa con claridad un perímetro defensivo que delimita un recinto rectangular con sus esquinas redondeadas «en forma de naipe» que ellos relacionan con la disposición formal de un campamento altoimperial. Las dimensiones son de aproximadamente 395 x 275 metros, encerrando una superficie interior superior a las once hectáreas y media. Es decir, tendría un tamaño insuficiente para albergar una legión completa.

Los investigadores resaltan que este nuevo campamento añade un nuevo punto en el mapa de distribución de los campamentos romanos en el noroeste hispánico y pudo ser construido entre la época cesariana y mediados del sigloII. No obstante, los arqueólogos consideran que pudo haber sido construido y ocupado durante el transcurso de las guerras astur-cántabras, entre los años 29 y 19 a.C.

Fotografía área
Los investigadores se han servido de la fotografía aérea para localizar el fuerte. Destacan que en muchas ocasiones estas estructuras son «invisibles» a los ojos de los arqueólogos debido al hecho de que eran obras constructivas endebles. «Estaban limitadas generalmente a las remociones del terreno realizadas para levantar las defensas del recinto, a base de líneas de fosos y taludes terreros», precisan.

En este sentido, subrayan que las estructuras campamentales sufrían una rápida amortización tras su uso, al término del cual solían ser destruidas. «Por último, el carácter mueble de los materiales que transportaba el ejército romano explica la mínima cantidad de objetos recuperados en los asentamientos». Es decir, se trataría de un campamento de conquista.

Desde el año 50 a.C solamente los cántabros y los astures mantenían la independencia frente a Roma. No es fácil precisar el escenario de la contienda, pero hay datos que apuntan que en el inicio se extendió hasta tierras astures al menos durante los primeros años de la contienda. La contienda duró más de diez años.

Conquista
El arqueólogo Ángel Morillo destaca subraya que fueron al menos siete las legiones (entre 35.000 y 40.000 hombres) que participaron en las campañas cántabra y astur -”que se prolongó entre ocho y diez años-” y destaca que la Legio VI Victrix y la X Gemina estuvieron presentes en la contienda. La cantidad de hombres implicados en estas guerras da una idea de la gran capacidad no sólo militar, sino comercial, económica y de ingeniería imperial. La maquinaria de guerra romana era sobresaliente. Estos 40.000 legionarios requerían una infraestructura potentísima.

Los bastimentos, considerados a grandes rasgos, eran: impedimenta varia, madera para empalizada y estacas, cordelería, tiendas de campaña, herrería, talabartería, herramientas y materiales de construcción (ingenieros), material médico y máquinas de guerra. Los campamentos de campaña funcionaban únicamente en verano.

La conquista se acometía en los momentos en los que los pasos de las montañas estaban abiertos, libres de nieve, y dependían de los avatares de las conquistas, de los pactos y asedios. Ahora se sabe que las tropas nunca iban por el fondo de los valles, sino por las zonas altas, batiendo a los enemigos sin dejar ninguno a la espalda (política de tierra quemada). Conforme el ejército avanzaba, establecía nuevos campamentos, donde estar protegidos una o varias noches.

De momento, se desconoce dónde estaban los campamentos base de la meseta en este periodo, si bien no debieron estar muy lejos. Tal vez algún asentamiento en las cercanías de León y Astorga cumplieron esta función. Por otro lado, las vías naturales empleadas por el ejército para la conquista fueron la base de las posteriores calzadas romanas.

ENLACES: Hallan en Balouta los primeros vestigios de un campamento romano de campaña en El Bierzo