Fernando Franjo www.elcorreogallego.es 13/12/2012
¿No se darán cuenta estos señores de que cargándose los estudios clásicos, el nivel en lengua española es cada vez peor?. Ayer mismo, un profesor de Hispánicas se planteaba esta pregunta en el momento que los alumnos de las disciplinas clásicas, ataviados de senadores, reivindicaban con una buena dosis de imaginación no caer en el olvido de los justos ante las nuevas propuestas del Ministerio de Educación.
La pregunta que les traslado, que a primera vista puede pasar inadvertida, tiene su miga. Y es que resulta francamente paradójico que en un momento marcado por la polémica dicotomía entre la supuesta preponderancia del castellano ante los demás idiomas oficiales de España surja además esta disyuntiva que pone a las lenguas clásicas en el disparadero.
¿Pero qué va a ocurrir, que el latín y griego, mal consideradas lenguas muertas, deben dejarle hueco, por ejemplo, al alemán para preparar una generación Auf Wiedersen?. No lo dudo, pero seamos serios, miremos las cifras. Si nos guiamos por el punto de vista de la rentabilidad, que actualmente impera, posiblemente sea el inglés la única lengua que no debe sufrir recortes. Quién les escribe guarda en el recuerdo, ya lejano, a un profesor de griego, Don Ramón, cuyas clases se convertían en auténticas lecciones magistrales de un especial atractivo y que desembocaban en más de una ocasión en debates de música, arte o Cultura, sí con mayúscula. Y es que el conocimiento de esas lenguas conlleva algo más que aprenderse de carrerilla unas declinaciones, permite conocer, por ejemplo, con más exhaustividad la Atenas de Pericles, o la Florencia de Lorenzo de Medicis.
El arte de la palabra, entre otros, es una de las armas que también nos permite acceder al ansiado I+D+I, un patrimonio que ni nada ni nadie debe cargarse. ¿Alea, jacta, est?. Esperemos que no. Mejor nos iría a todos.
FUENTE: www.elcorreogallego.es/opinion/ecg/cultura-escribe-mayuscula/idEdicion-2012-12-13/idNoticia-781254/