Los ‘Fasti’ descubiertos en las excavaciones de la Antigua Ostia, cerca de Roma, ofrecen importante información sobre la actividad del emperador entre los años 126 y 128.
Isabel Longhi-Bracaglia www.republica.com 14/08/2023
En la Antigua Roma, las noticias relevantes quedaban grabadas en mármol. Eran los periódicos de la época que conservaban para la posteridad el relato de los eventos más importantes. Son los Fasti, hoy una fuente de información histórica fundamental. Como el que acaban de hallar en el Parque Arqueológico de la Antigua Ostia, muy cerca de la capital del entonces Imperio, que ha permitido descubrir importantes detalles sobre la actividad del emperador Adriano.
El hallazgo, difundido por el Ministerio de Cultura italiano, consiste en dos fragmentos de Fasti Ostienses. Uno de ellos se une perfectamente a otro recuperado hace décadas en la misma zona de las excavaciones. Los arqueólogos han conseguido leer la crónica de los años 126-128 d. C, cuando gobernaba el emperador nacido en Itálica (hoy España).
«Tras cruzar la información de este fragmento con la procedente de otras fuentes literarias, epigráficas y numismáticas, se ha podido establecer que la inscripción muestra que el 10 de enero del 128 de enero Adriano asumió el título de pater patriae y su esposa Sabina el de Augusta», ha explicado el Ministerio en un comunicado.
Se sabe también gracias a los Fasti recuperados que para celebrar esos títulos, el emperador ofreció al pueblo una donación de dinero (Congiar Dedit dice la inscripción). Y que viajó a África el 1o de abril de ese año (ante diem III Idus April), regresó entre finales de julio e inicios de agosto y que antes de desplazarse a Atenas consagró (Consecravit, reza la inscripción) un templo a la ciudad.
«Hay dos posibilidades», han precisado los arqueólogos, «ese templo puede ser el Panteón o con más probabilidad el Templo de Venus y Roma. Según una hipótesis muy sugerente, la consagración pudo producirse el 11 de agosto del año 128 d.C, el día del aniversario de la llegada al trono de Adriano, en el año 117″. Ahí permaneció hasta su muerte en el 138 d.C.
La actividad constructora de Adriano
«Se trata de un descubrimiento extraordinario que aumenta y completa lo que sabemos sobre la actividad del gran emperador Adriano, aportando nuevas adquisiciones sobre la importantísima actividad constructora que llevó a cabo en Roma», ha declarado el Director del Parque Arqueológico de la Antigua Ostia, Alessandro D’Alessio.
Es cierto que la figura de Adriano ha pasado a la Historia por su actividad literaria y viajera, pero también por importantes proyectos de construcción en todo el Imperio Romano, El más conocido, el Muro de Adriano en el norte de Gran Bretaña, la fortificación que fue parte de su estrategia militar para consolidar y defender las fronteras del Imperio.
Fue el tercero de los denominados cinco emperadores buenos, los adoptivos, aquellos elegidos por sus predecesores para sucederlos ante la falta de descendencia directa. Adriano siguió al también itálico Trajano. Y el inicio de su reino coincidió con el momento de máximo esplendor del Imperio Romano.
Un buen momento para los Fasti. Había mucho que contar en las losas de mármol en las que la máxima autoridad religiosa local, el pontifex Volcani, decidía qué redactar. El texto quedaba inciso y gracias a eso se ha convertido en una valiosafuente de información de historia política y monumental de Roma y Ostia.
El hallazgo se ha producido en la segunda campaña de excavaciones del Parque, en el que colaboran la Universidad de Catania y la Universidad Politécnica de Bari, en el área del «Foro de Porta Marina», un gran edificio rectangular, porticado en tres lados y con una sala absidal en la parte posterior, pavimentado originalmente en «opus sectile» (losas de mármol de diferentes colores).
Tesoros y fuentes de incalculable valor
Esta campaña «proporciona tesoros y fuentes documentales de incalculable valor para comprender las actividades del gran emperador Adriano» y «permite desvelar piezas importantes de la vida de Ostia y de la capital», ha celebrado el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, además de «sacar a la luz los restos de varias decoraciones y amplias porciones de suelos de mosaico que pronto serán visibles para el público».
Efectivamente, el trabajo de los arqueólogos no sólo ha descubierto los nuevos fragmentos de los Fasti. En el interior de los 400 metros cuadrados excavados han recuperado piezas de cerámica y mármol, además de descubrir extensos restos de maravillosos mosaicos en azulejos blancos y negros y una decoración pictórica y estucada original.
A lo largo del lado sur del edificio ha emergido un pórtico con pilares adornado con un espléndido suelo de mosaico, aún en excelente estado de conservación y con un diseño complejo y elegante, en el que se alternan formas cuadradas y de cruces rellenas de motivos como galones, rombos y formas octogonales con elementos florales y vegetales.
Más al este, el mosaico cambia de motivo decorativo. Aquí son evidentes las formas hexagonales en las que se alternan losas de mármol blanco con porciones de teselas rojas. En el lado oeste del área de excavación, sin embargo, se ha encontrado una estrecha sala absidal en la que se descendía por cuatro escalones a un nivel más bajo que el del resto del complejo.
En el pequeño ábside, en la parte superior, se encuentra una hornacina enmarcada por dos pequeñas columnas y cubierta con un yeso, con conchas marinas. «Se trataba pues de un espacio semioculto, íntimo, de carácter probablemente sagrado, ritual«, destaca el comunicado, «y con implicaciones interpretativas que prometen ser decididamente fascinantes».
FUENTE: www.republica.com