Londres www.nationalgeographic.com.es 26/01/2016
El Museo Británico rinde homenaje a Francis Towne, uno de los mejores acuarelistas británicos, quien pintó las ruinas de Roma.
Para intuir cómo era la Roma del siglo XVIII hay que contemplar la pintura de la época, pues las primeras fotografías de la ciudad se remontan a mediados del siglo XIX. El acuarelista Francis Towne, nacido en Londres en 1739, pintó las ruinas de Roma cuando apenas habían sido excavadas y los turistas las podían visitar libremente. Towne viajó a Roma en 1780, en un período de crisis política en Inglaterra, cuando Estados Unidos luchó por su independencia y poco antes del estallido de la Revolución Francesa. Las ruinas del antiguo Imperio romano eran consecuencia de la corrupción política y Towne y su círculo social las veían como un aviso de lo que le podría ocurrir a Inglaterra y a la sociedad de su época.
Cincuenta y dos paisajes de Roma
Towne intentó ser elegido por la Real Academia británica hasta en once ocasiones, pero no consiguió su objetivo. Sus méritos artísticos fueron reconocidos tras su muerte en 1816, cuando legó su obra al Museo Británico. A comienzos del siglo XX finalmente fue reconocido como uno de los mejores acuarelistas británicos y hoy, en el bicentenario de su muerte, se le dedica una exposición en el Museo Británico. La muestra Luz, tiempo, legado: las acuarelas romanas de Francis Towne, del 21 de enero al 14 de agosto de 2016, reúne las 75 bellas acuarelas que el artista legó al museo, entre ellas 52 paisajes de Roma que no se habían mostrado juntos desde 1805. Cuando Towne llegó a Roma empezó a organizar excursiones al norte de la ciudad, donde pintó paisajes rurales, pero luego se interesó por los monumentos de Roma, como el Coliseo o la basílica de San Pedro, que se pueden contemplar en esta espléndida muestra.
FUENTE: www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/como-era-la-roma-del-siglo-xviii_10064/1