Madrid | EFE 9/03/2007
Más de cincuenta galeristas y anticuarios participan en la XXVIII edición de Artemanía Vanguardia & Antigüedades, la feria del arte y las antigüedades que abre hoy sus puertas en el Palacio de Congresos de Madrid.
Hasta el día 18, los visitantes podrán contemplar y comprar las más de cinco mil piezas exhibidas en los 2.800 metros cuadrados de superficie de la feria, la más grande de las organizadas hasta ahora, que ocupan expositores procedentes de diferentes comunidades autónomas.
Este crecimiento en términos de espacio es, según Gonzalo Mora organizador de Artemanía, «un signo inequívoco del apoyo que el sector está prestando a nuestra iniciativa, una de las más sólidas y atractivas en el ámbito del arte y las antigüedades».
Desde que Artemanía abrió sus puertas por primera vez no ha dejado de evolucionar en consonancia con la propia evolución del mercado del arte, en opinión de Mora.
Ejemplo de ello es la decisión tomada hace dos años de introducir piezas de vanguardia del siglo XX, que por la calidad de su factura y materiales y por una concepción innovadora constituyen referentes del diseño y se han convertido en auténticos clásicos en el mundo del arte al igual que sus artífices, entre los que se encuentran Philip Stark, Le Corbusier, Alvar Aalto o Mies van der Rohe.
Por todo ello, una de la novedades de esta edición es que la categoría vanguardias del siglo XX se ha convertido en una categoría oficial de Artemanía, con presencia fija en todas sus ediciones.
Piezas griegas de más de 3.000 años de antigüedad, tallas románicas o pinturas firmadas por Picasso; desde piezas de arqueología clásica hasta obras de jóvenes artistas.
Con un amplio abanico de precios que se mueve entre los 30 y el millón de euros, la variedad es una de las tónicas de la feria, en la que todas las piezas se venden con su correspondiente certificado de autenticidad.
En la muy variada oferta de la feria, cada vez más tiene especial importancia la pintura, tanto antigua como contemporánea, que convive con muebles pertenecientes de diferentes estilos históricos. Así, el visitante podrá contemplar un «troumerdam» inglés del siglo XIX, billar concebido para mujeres con un formato más pequeño del habitual.
Un curioso perchero también inglés de 1820, especialmente diseñado para colgar los sombreros de copa y los bastones; unas sillas de Pierre Cardin de los años setenta; unas mandíbulas de ballena; un biombo del siglo XVIII que perteneció a la familia real inglesa; un reloj del mismo siglo, con 17 campanas, 33 mazos y seis melodías o una mesa de centro realizada en cristal para el Maraha de Jaipur, son algunas de las numerosas piezas exhibidas en la feria.