Eva Manethová www.radio.cz 06/10/2005
Los arqueólogos checos han presentado recientemente a los especialistas un tesoro de monedas de plata y de oro que descubrieron en 1998 en Bulgaria. La demora en presentar públicamente el hallazgo se debe a la necesidad de limpiar las monedas halladas en las ruinas de la ciudad de Pistiros, fundada por los griegos.
Los arqueólogos checos exploran desde hace doce años juntamente con sus colegas búlgaros los restos de la ciudad comercial griega de Pistiros, situada a 60 kilómetros de la ciudad búlgara de Plovdiv.
Pistiros era un puerto comercial, situado a orillas del río Marica, fundado hacia el año 500 antes de nuestra era. Los griegos que residían en dicha ciudad habían concertado con los soberanos tracios locales una especie de pacto de coexistencia pacífica. Pagaban a los tracios por la protección y éstos permitían a los griegos dedicarse al comercio.
Los arqueólogos hallaron una inscripción, grabada en una piedra, que se refería a la renovación del pacto. De la inscripción se desprende que el pacto fue concluido bajo la protección de Dionisio, dios del vino, venerado tanto por griegos como por tracios, habitantes del territorio en el que se extiende la actual Bulgaria.
A finales del verano de 1998 los arqueólogos checos descubrieron en los restos de una casa de piedra en las ruinas de la ciudad de Pistiros un tesoro: Una olla cerámica contenía 558 monedas de plata y 3 de oro y su peso total alcanzaba los cuatro kilos.
El hallazgo tuvo lugar en circunstancias bastante peculiares. Los arqueólogos checos descubrieron el tesoro cuando faltaba media hora para el final de la última jornada de trabajo de la temporada de excavaciones.
Las monedas de oro del tesoro son las llamadas estateras del reinado de Alejandro Magno. Las de plata son dracmas y tetradracmas griegas. El valor nominal del total de las monedas superaba las mil dracmas. Era mucho dinero si tenemos en cuenta que por una dracma podían comprarse hasta dos vacas.
Del elevado monto del tesoro los arqueólogos deducen que el peculio había pertenecido a un destacado militar griego. Cerca del tesoro los arqueólogos hallaron jarras que habían contenido vino y cerveza.Al parecer, el dueño del tesoro sabía disfrutar de la vida.
¿Por qué el dueño del tesoro lo dejó en la casa? Todo indica que ello está relacionado con la conquista y la destrucción de la ciudad de Pistiros por tribus celtas en el año 278 antes de nuestra era. En el mismo año los celtas llegaron a Delfos, conocida por el templo de Apolo que hacía sus oráculos por medio de una sacerdotisa.
Entre los escombros calcinados de la ciudad de Pistiros los científicos checos hallaron una espada y una lanza celtas y también una curiosa hebilla para el vestuario.
La hebilla de bronce es exactamente igual que las joyas celtas halladas a finales del siglo XIX en las cercanías de la ciudad checa de Duchcov. Pertenecía probablemente a uno de los conquistadores. Ello indica que por lo menos una parte de los celtas que destruyeron la ciudad de Pistiros había partido a la expedición conquistadora desde un territorio que se encuentra en la actualidad en la República Checa.
En la parte septentrional del actual territorio checo estaban asentadas las tribus celtas de los volcos tectosagos que en sus expediciones bélicas llegaron hasta el Asia Menor. Por el camino destruyeron la ciudad de Pistiros.